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Política comercial

La justicia impide a Bruselas firmar en solitario acuerdos como el TTIP

El Tribunal de la UE dictamina a favor de que se pronuncien también los parlamentos nacionales La renacionalización de la política comercial puede frenar los tratados con Canadá, EE UU o, incluso, el del Reino Unido después del 'brexit'

Los jueces hacen su entrada en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Los jueces hacen su entrada en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.JULIEN WARNAND (EFE)

El Tribunal de Justicia europeo ha dictaminado hoy que los acuerdos comerciales más ambiciosos no son competencia exclusiva de la Unión Europea y deben ser ratificados a nivel nacional, lo que supeditará su entrada en vigor a la opinión de hasta 38 parlamentos nacionales y regionales.

El dictamen leído hoy en Luxemburgo, que se refiere en concreto al acuerdo comercial y de inversión con Singapur, supone la renacionalización de gran parte de la política comercial de la UE, que había comunitarizado en gran medida a partir del Tratado de Lisboa de 2009.

Los jueces reconocen a Bruselas su competencia exclusiva en una gran parte del acuerdo. Pero añaden que "la Unión no dispone de competencia exclusiva en lo que concierne a dos aspectos del Acuerdo: el ámbito de las inversiones extranjeras distintas de las directas y el régimen de arreglo de controversias entre inversores y Estados".

Bruselas pierde así la posibilidad de ratificar en solitario los acuerdos comerciales a través de la aprobación en el Consejo de la UE y en el Parlamento Europeo. La decisión tendrá grandes consecuencias sobre los acuerdos en marcha, en particular, el que TTIP (Tratado transatlántico de comercio e inversión) que se negocia con EE UU. La ratificación nacional también añade una nueva incógnita al brexit, porque el acuerdo sobre la relación comercial con Reino Unido tras su salida de la UE deberá pasar por el tamiz de varias decenas de parlamentos y podría atascarse en cualquiera de ellos.

La Comisión Europea y el Parlamento Europeo defendieron en vano ante el Tribunal su competencia exclusiva de la Unión. Pero los Gobiernos han logrado que los magistrados reconozcan el derecho de cada país a pronunciarse sobre unos acuerdos comerciales que van más allá de la mera liberalización aduanera y arancelaria e incluyen puntos sobre materias como la protección de la propiedad intelectual, la contratación pública o el desarrollo sostenible.

El Tribunal también abre la vía a las firmas para frenar el TTIP

El dictamen de hoy llega sólo seis días después de que el Tribunal de Justicia europeo también enmendase la plana a la Comisión Europea por haber rechazado la tramitación de una Iniciativa Ciudadana para frenar la negociación del Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión con EE UU (TTIP, según sus siglas en inglés) e impedir la firma del Acuerdo con Canadá (CETA).

Varios ciudadanos europeos solicitaron en 2014 a la Comisión que registrase una Iniciativa bajo el nombre de "Stop TTIP". Pero Bruselas rechazó la petición por considerar que la propuesta quedaba fuera de sus competencias.

La sentencia del 10 de mayo "rechaza la tesis de la Comisión, según la cual la decisión de retirarle la autorización para abrir negociaciones [sobre el TTIP] no puede ser objeto de una iniciativa ciudadana europea".

El Tribunal añadió que "nada justifica excluir del debate democrático" la posibilidad de revocar la apertura de negociaciones de un acuerdo comercial internacional. Y rechaza el argumento de la Comisión, que acusaba a la Iniciativa ciudadana de ser "una injerencia inadmisible en el desarrollo de un procedimiento legislativo en curso".

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