España y Portugal firman la paz sobre el cementerio nuclear de Almaraz
Lisboa retira las objeciones a la construcción del almacén temporal de residuos Madrid se compromete a mantener informadas a las autoridades portuguesas
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro portugués, António Costa, han resuelto hoy en Bruselas el conflicto sobre la construcción de un almacén temporal de residuos radioactivos en el recinto de la central nuclear de Almaraz, en la provincia de Cáceres.
El acuerdo, auspiciado por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, despeja las objeciones portuguesas a la construción de Almacén temporal individual (ATI) de Almaraz. Lisboa temía el posible impacto del proyecto, situado a poco más de 100 kilómetros de la frontera hispano-portuguesa y acusaba a España de no haberlo sometido a consulta con el país vecino.
El gobierno portugués llegó a invocar el artículo 259 del Tratado de la UE, una vía excepcional y escasamente utilizada que permite a un socio de la Unión denunciar a otro ante el Tribunal de Justicia europeo.
La mediación de la CE ha evitado que el conflicto llegue ante los jueces. España, según el acuerdo anunciado hoy durante el Consejo Europeo celebrado en Bruselas sobre el brexit, se compromete a que el Consejo de Seguridad Nuclear tome en cuenta las recomendaciones planteadas por las autoridades portuguesas y las traslades al operador del ATI. España también se compromete a compartir con Lisboa cualquier información relevante que surja en relación con el proyecto.
El acuerdo de hoy remata las negociaciones inicaidadas el pasado 3 de febrero entre Rajoy, Costa y Juncker, que se materializaron en un primer compromiso sellado el 21 de febrero. Tras ese primer pacto, representantes del Gobierno portugués y de la Comisión Europea visitaron el recinto de Almaraz. El gobierno español, además, facilitó "una importante cantidad de información sobre los aspectos medioambientales y de seguridad del proyect".
Lisboa ha estudiado esa información y la ha sometido a consulta pública. Como resultado de ese proceso, Lisboa ha cursado una serie de recomendaciones y conclusiones que el Consejo de Seguridad Nuclear español se ha comprometido a asumir.