Santander quiere duplicar los clientes digitales en 2018
José Antonio Álvarez aboga por la transformación comercial de la entidad Augura un entorno macroeconómico más positivo.
Financiar un crecimiento rentable, aumentar el dividendo en efectivo y acumular capital. Esos son los tres objetivos que se ha marcado Banco Santander en su proceso de transformación. “Tenemos una posición que nos permite estar mejor que nuestros competidores. La banca comercial es el 77% de nuestro negocio y el 42% del resultado en emergentes. Tenemos una diversificación geográfica que requiere menos capital y un modelo de filiales con fuerte cultura de colaboración. Tenemos 125 millones de clientes y una masa crítica de 10 mercados de 1.000 millones de habitantes”, ha recalcado José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander durante su intervención en el XXIV Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte y ABC.
A esas buenas perspectivas se une un entorno macroeconómico más positivo y de mayor confianza. “El entorno es positivo. Hay una serie de países, tanto desarrollados como emergentes, que consideramos importantes y que están mostrando buenos resultados”, ha precisado. Álvarez hizo mención a Argentina, Chile o Brasil, en el caso de los emergentes, y a España, Reino Unido o Portugal, en el de los desarrollados.
En estos últimos, considerados mercados maduros con problemas de rentabilidad, la entidad plantea una transformación comercial para mejorar los ingresos, reducir el doble coste de hacer negocio (gastos operativos y de gestión del riesgo, optimizar el capital y resideñar la relación con el cliente, “cada más exigente, que demanda más servicio a menor coste y que tiene que ser el centro del negocio”. Y gran parte de esos clientes procederá del negocio digital. El consejero delegado de Santander prevé que la cifra de clientes digitales se doblará entre 2015 y 2018, pasando de 16,6 a 30 millones.
Sabadell se propone reducir la morosidad y los activos problemáticos
Un año de transición. El consejero delegado de Sabadell, Jaime Guardiola, ha vaticinado que este año no habrá grandes movimientos en el banco, ya que tendrán que estar centrados en tres frentes. Por un lado, la realización de un nuevo plan estratégico a tres años, para cuya redacción habrá que acometer dos hitos con anterioridad: la integración del negocio del TSB y la venta del Sabadell United Bank en Miami. Respecto al negocio del banco británico, adquirido en 2015 por 2.300 millones de euros, Guardiola ha señalado que es el principal reto. “Hay que migrar 500 oficinas y 4,5 millones de clientes. Cuando lo culminemos nos va a permitir autonomía operativa, reducir los costes operativos, un mayor acceso a lo digital y mejorar el rango de ofertas y servicios”. La venta de la filial en Miami, prevista para la segunda mitad de 2017, se cerrará según las estimaciones de la entidad en 1.025 millones de dólares, lo que supondría obtener unas plusvalías de 447 millones.
Guardiola también ha precisado que los dos objetivos que se ha fijado la entidad es proseguir en la reducción de la tasa de morosidad y en la disminución de los activos problemáticos. El primer índice ha bajado del 13,6% en 2013 al 6,1% en 2016 y el objetivo es seguir bajándola hasta dejarla por debajo del 3% en 2018. El importe de los activos problemáticos se ha reducido de 26.028 a 18.617 millones de euros (un 28% menos) en el mismo período. “Lo estamos haciendo no solo evacuando, sino también eligiendo por valor”.