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Los registros en Credit Suisse, un recordatorio

Las multas se están convirtiendo en un coste no convencional de hacer negocios

REUTERS

Credit Suisse sabe la importancia de las formas. El viernes confirmó que sus oficinas habían sido registradas por las autoridades de varios países en relación con una posible evasión fiscal. Luego hizo hincapié en su “estricta política de tolerancia cero”, señalando una revisión iniciada en 2011 para purgar clientes de riesgo. Una declaración de culpabilidad y un acuerdo de 2.400 millones de euros con las autoridades estadounidenses en 2014 sobre evasión de impuestos son una buena razón para los escrúpulos. Los registros son más un recordatorio que una advertencia.

Los bancos privados suizos se enfrentan a dos tipos de riesgo: pasado y futuro. El primero viene del reciente giro de 180 grados en la opinión pública sobre la función de la industria. El otrora apreciado secreto se asocia ahora con corrupción y evasión. Los bancos se han esforzado en limpiar viejas fechorías, pero después de décadas de trabajar para enmascarar las verdaderas intenciones de los clientes, existe una alta probabilidad de que hayan pasado por alto problemas históricos.

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Los riesgos futuros provienen de perseguir el crecimiento. Los países que experimentan el mayor aumento de ciudadanos ricos son también los que tienen los controles más laxos sobre evasión y corrupción fiscal. Es el caso del fondo estatal malasio 1MDB, o la amnistía de Indonesia. Los acuerdos internacionales para intercambiar información podrían provocar grandes salidas de activos de los mayores bancos privados, lo cual aumentaría la tentación de captar clientes nuevos, aún más sospechosos. Hay un tercer riesgo: los buenos clientes que se estropean, los más difíciles de detectar.

Puede que Credit Suisse tenga un control estrecho sobre todas esas amenazas, y los últimos registros no prueban lo contrario. El hecho de que estén involucradas autoridades de cinco países y 55.000 cuentas sospechosas sugiere que va más allá de la base de clientes del banco. Para los inversores, es una cuestión de qué tipo de descuento aplicar a los flujos de efectivo constantes que se derivan de la gestión de patrimonio. Las multas y los desencuentros con las autoridades se están convirtiendo en un coste no convencional de hacer negocios.

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