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Tribuna
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Y ahora a los fondos americanos les encanta la banca comercial española

Las entidades no habían detectado tanto interés de los inversores de EE UU desde 2007 Unicaja no descarta una fusión pese a su proyectada salida a Bolsa

La banca española parece que está de suerte, o mejor dicho de moda. Eso es al menos lo que ahora se ha comenzado a desprender de las reuniones que están teniendo en las últimas semanas distintas entidades financieras del país con diversos fondos de inversión, sobre todo de Estados Unidos.

Varios bancos españoles han confesado que no habían detectado tanto apetito por invertir en el sector como ahora desde hace una década. Ni siquiera cuando una parte de las ya desaparecidas cajas de ahorro fueron intervenidas y posteriormente desmembradas y posteriormente subastadas por partes a precios de derribo.

Entonces, los fondos estaban más interesados en adquirir carteras de activos improductivos con grandes descuentos que por participar en el capital de la banca. Varias fuentes financieras asistentes a unas conferencias organizadas por Morgan Stanley el pasado día 21 de marzo coinciden en comentar que desde hacía varios años los inversores reunidos en este acto no habían demostrado tanto interés por la banca española.

“Hacía mucho tiempo que no preguntaban tanto por la banca comercial española de forma tan positiva”, reconoce uno de los asistentes.

Un alto directivo de una de las principales instituciones del país reconoce “los fondos americanos han comenzado a interesarse por las franquicias de depósitos (bancos comerciales), segmento de negocio en el que España es uno de los principales competidores”. Las razones, varias. “Una vez saneado prácticamente todo el sector las entidades que se dedican al retail dan estabilidad, y su financiación es más barata que la institucional. Sus clientes, además, son más fieles, a lo que hay que sumar ahora las expectativas de subidas de tipos de interés, lo que supondría una mejora en la rentabilidad de la banca”.

Otra razón es geopolítica. España es considerada ahora por los fondos como uno de los países más estables y fiables políticamente de Europa y, en general, de Occidente. Reino Unido se encuentra sumido en el brexit, en Estados Unidos la política y proyectos de su presidente, Donald Trump, tienen despistados a todo el mundo y la incertidumbre se ha convertido en una constante. Mientras que en Europa continental el calendario electoral de este año afecta a una parte importante de sus principales economías, en concreto, al 40%. Despejar las dudas electorales en Francia y Alemania son fundamentales para la estabilidad de Europa.

A ello se suma, según las mismas fuentes, el hecho de que la banca de Estados Unidos “está muy cara en la actualidad. Sus precios se han disparado y por lo tanto, los fondos no pueden obtener grandes rentabilidades invirtiendo en ellos”.

Otro directivo enfría algo esta previsible alegría inversora en la banca española. “Es cierto que hemos comenzado a detectar un mayor interés de los fondos por entrar en el capital de la banca comercial española, pero hay que tener en cuenta que los fondos funcionan por tendencias. Y hoy es así, pero mañana sin saber muy bien por qué pueden cambiar de opinión”. Sea por moda, o sea por interés económico, lo cierto es que la banca celebra que vuelva a recuperar el lustre inversor perdido hace más de una década, como consecuencia de la crisis económica y financiera sufrida.

El presidente del Banco de Sabadell Josep Oliu.
El presidente del Banco de Sabadell Josep Oliu.EFE

De momento, el sector financiero ha sido el mejor aliado del Ibex de enero a marzo. El selectivo español ha conseguido su mejor trimestre de los dos últimos ejercicios impulsado por la banca. Las dos entidades que se han revalorizado más han sido Sabadell y Caixabank, que rozan incrementos del 30% durante este año. Santander, BBVA y Bankia también logran avances de dos dígitos.

Unicaja y la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri pueden verse beneficiados por este impulso inversor y bursátil, aunque no serán los únicos.

La entidad malagueña proyecta salir a Bolsa en julio. Su objetivo es captar el mayor número de inversores institucionales y cotizar por encima del euro por acción, según señalan fuentes del mercado conocedoras del proyecto de la institución. Con un balance de 57.241 millones de euros, su valor en libros asciende a unos 3.100 millones de euros, cifra que pasa a ser de 3.800 millones de euros si finalmente capta 700 millones euros en la ampliación de capital que realizará paralela a su salida a Bolsa.

Los responsables de Unicaja, como los bancos asesores en la operación esperan un estreno en el parqué con un descuento no muy superior al del 40%, lo que supone una tasación de 2.300 millones.

Sucursal de Unicaja.
Sucursal de Unicaja.

En su foco están las perspectivas de interés de los fondos por la banca comercial española.

Lo mismo pasa con Bankia, entidad que tras resolver todos los pasos para absorber BMN –lo que se prevé que finalice en julio con las respectivas juntas de accionistas–, comenzará a vender paquetes de acciones en el mercado aprovechando las ventanas que se presenten en el mercado. Su objetivo es captar solo inversores institucionales, por lo que previsiblemente será uno de los beneficiarios del interés de los fondos americanos por la banca española.

Volviendo a Sabadell. Este banco no veía un mes tan positivo para sus títulos desde agosto de 2012, cuando ganó más de un 48%. Y pese a que algunos de los considerados accionistas de referencia han decidido salir del capital de la entidad, los fondos de inversión han tomado su relevo, según explicó el miércoles pasado su presidente, Josep Oliu. Estos ya representan el 25% de los accionistas del banco, mientras que los pequeños ahorradores, sobre todo catalanes, suman el 50% del capital de la entidad.

Unicaja y las fusiones

Pero mientras que los inversores institucionales ponen de moda al sector financiero español tras 10 años entre bastidores, las fusiones siguen acechando sobre el futuro de la banca.

La salida a Bolsa de Unicaja podría hacer pensar que la entidad malagueña –en la que la Fundación Bancaria que preside Braulio Medel controla el 86% de su capital–, que ahuyenta el fantasma de una posible fusión. Pues parece que no.

Fuentes financieras conocedoras de los planes de la antigua caja de ahorros aseguran que Unicaja no descarta una fusión a medio plazo pese a su próximo estreno bursátil. El primer objetivo de la entidad una vez realizada la ampliación de capital es devolver las ayudas públicas de Caja EspañaDuero (Ceiss) al FROB por 600 millones de euros recibidos en forma de bonos convertibles en acciones, conocidos como cocos. Y el segundo reto es reforzar su ratio de capital fully loaded (que incorpora todas las exigencias regulatorias de cara a 2019) desde la zona actual del 10% hasta niveles cercanos al 12%.

Tras ello, el banco aumentará su transparencia con su salida a Bolsa. Pero las nuevas exigencias de capital solo será un nuevo aliciente para que la entidad vuelva a replantearse su unión con otro banco.

Braulil Medel ya lo ha intentado en varias ocasiones. La situación era diferente, ya que Unicaja estaba obligada por Bruselas a buscar un socio que cotizara, a incorporar a inversores institucionales en su capital, o a salir a Bolsa. La razón, las ayudas recibidas por su filial CajaEspañaDuero.

Medel llegó a mantener conversaciones con el ya expresidente de Banco Popular, Ángel Ron, en la primavera de 2015, pero las entonces exigencias de Unicaja (quería representar un tercio del potencial nuevo Popular) dieron al traste con este proyecto.

Antes ya había mantenido conversaciones con Ibercaja, Liberbank, BMN, y alguna entidad más. Pero todo quedó en nada.

Ahora parece que son los grandes bancos los que podrían estar más interesados en hacerse con la excaja andaluza. Eso sí, con permiso de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Andalucía y Castilla y León (zona de influencia de CajaEspañaDuero) son territorios deseados por varias entidades como Sabadell, CaixaBank o Santander. Varios expertos, de hecho, señalan a la firma que preside Ana Botín como la más interesada. No hay que olvidar que es la única de las principales entidades españolas que no ha protagonizado ninguna compra, y también la única que ha participado en prácticamente todos los procesos de venta, aunque siempre ha habido ofertas que le han superado, como en CatalunyaCaixa, adjudicada a BBVA por una pequeña diferencia.

CaixaBank, aunque le gustaría crecer en Andalucía ha paralizado las compras hasta que digiera el portugués BPI. Sabadell, mientras, insiste en que este año, 2017, no es un ejercicio para realizar operaciones corporativas en España. BBVA podría ser otro de los candidatos, pero el mercado se inclina más por Santander en el caso de que Unicaja se decida nuevamente a dar el paso para buscar pareja.

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