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Consultoría

Andersen resurge en España 15 años después de desaparecer

Global Abogados es la primera firma europea que se adhiere al nuevo Andersen

Los socios de Andersen Álvaro Gámez, Toni de Weest y José María Rebollo.
Los socios de Andersen Álvaro Gámez, Toni de Weest y José María Rebollo.
Juande Portillo

De las cenizas de Arthur Andersen, la consultora que lo fue todo y que se consumió en la pira del caso Enron, renace en España 15 años después de su desaparición. Vuelven “los Arturos”, como se autonodenominaban coloquialmente quienes pasaron por la firma, muchos de los cuáles se han convertido con el tiempo en reputados miembros de los despachos legales, auditores y financieros del país, ocupando incluso importantes cargos públicos.

O casi, vuelven los Andersen, porque de hecho “Arthur” desaparece de los logotipos. Global Abogados ha adoptado oficialmente el nombre de Andersen Tax & Legal en España, convirtiéndose en la primera firma europea que se adhiere a la nueva marca que crearon algunos de los exsocios de la mítica consultora.

“La adopción del nombre por nuestros colegas de España, es un reto emocionante y uno de los muchos que se podrán ver a lo largo del año”, avanza Mark Vorsatz, consejero delgado de Andersen Tax, pues aunque la nomenclatura ha sido ya adoptada por varias firmas en Estados Unidos y América Latina, la reconquista europea ha comenzado en España. “Nuestro nombre común, refleja nuestros valores fundamentales que comparten todas y cada una de nuestras firmas miembro”, sostiene Vorsatz.

Incluyendo las oficinas de Madrid y Barcelona, Andersen Tax & Legal cuenta con 57 sucursales y 1.500 profesionales en todo el mundo a través de firmas asociadas Andersen Global, casa fundada en 2014 por la estadounidense Andersen Tax, que adoptó el nombre en Estados Unidos tras adquirir los derechos de esta icónica marca cuando parecía condenada al recuerdo.

“Como despacho global, queremos ayudar a empresas y particulares, ofreciendo el mejor asesoramiento jurídico en cualquier parte del mundo”, agrega Toni de Weest Prat, socio director de Andersen Tax & Legal en España.

“Andersen Tax & Legal España continuará con el legado y los estándares de calidad asociadas a la marca Andersen, con un claro objetivo: ser referente de calidad en el asesoramiento legal y fiscal”, defienden Álvaro Gámez y José María Rebollo, socios de la firma española.

En concreto, la casa presta servicio tanto a personas físicas como a clientes corporativos en las áreas de derecho internacional, derecho mercantil, bancario y bursátil, fusiones y adquisiciones, asesoría y consultoría fiscal, derecho laboral, insolvencias empresariales, reestructuraciones, litigación y arbitraje. La firma renuncia, sin embargo, a los servicios de auditoría que tan malas experiencias le reportaron.

La multinacional de servicios de auditoría y consultoría Arthur Andersen aterrizó en España en 1960 para apoyar las inversiones norteamericanas en el país donde consiguió una amplia implantación contratando a cientos de profesionales atraídos por la promesa de poder llegar a ser socios.

La firma se convirtió en la primera auditora de España teniendo como socios a la mayoría de grandes empresas cotizadas del país. En 1989 amplió sus horizontes al crear una rama legal y tributaria, Andersen Legal & Tax, que operaba en el mundo de la abogacía y que en 1997 acabó fusionándose con J&A Garrigues. El despacho creció por todo el territorio nacional, llegó a contar con más de 400 profesionales.

Las memorias de este socio español, “Antonio Garrigues Walker. Testigo clave de medio siglo de nuestra historia”, editadas por Planeta en 2014, recuerdan que la debacle llegó en 2001 cuando se descubrió que Enron, la mayor empresa energética de Estados Unidos, con activos de 70.000 millones de dólares y 3.500 compañías subsidiarias, ocultaba bajo sus aparentes beneficios unas gigantescas deudas que llevaron a la compañía a la bancarrota y arrastraron a su auditora, Arthur Andersen.

La firma de auditoría fue acusada de obstrucción a la justicia por destrucción de pruebas. Para cuando el Tribunal Supremo la absolvió por falta de pruebas, la firma prácticamente había desaparecido. En España, el negocio auditor y consultor de Andersen se unió a Deloitte & Touche, pero fue el fin de su despacho de abogados. El bufete pasó a ser solo Garrigues y el nombre de Andersen desapareció de las tarjetas de visita. Hasta ahora. Pero, si no los Arturos, los Andersen vuelven a España.

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