Dancausa: la banca no son “una pandilla de truhanes y pícaros”
La consejera delegada de Bankinter reconoce que la reputación del sector está en "horas bajas"
El fuerte deterioro de la reputación del sector financiero sigue siendo una de las principales preocupaciones en los despachos de la banca española. Así lo dejó claro este jueves la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, que dedicó buena parte de su discurso ante la junta de accionistas de la entidad a rebelarse contra la “injusticia” de que se trate a los responsables de la banca como a “una pandilla de truhanes y pícaros” que se aprovechan “de la supuesta ingenuidad ajena”. “No es cierto”, expuso, defendiendo el “comportamiento intachable e íntegro” de Bankinter, lo que, sostuvo, no solo es “un deber”, y “un buen negocio”, sino que “es la única forma de hacer negocios”.
Dancausa reconoció que la reputación del sector financiero “está pasando sus horas bajas” y que el sector no goza hoy “del favor de la sociedad”. Algo que consideró, “algo natural”, dado que la actividad bancaria se basa en prestar dinero y recuperarlo con intereses, lo que “por su propia naturaleza, no es algo grato”.
Sin embargo, subrayó, la impopularidad de la banca “ha ido ‘in crescendo’” en los últimos años hasta llegar a una cota “absolutamente injustificada y, sobre todo, absolutamente injusta”. Bajo su punto de vista, la sociedad ha ignorado “por completo” los “enormes esfuerzos” que han hecho las “entidades sanas” para rescatar a otras que fueron “víctimas del saqueo” por parte de unos “supuestos directivos nombrados por méritos políticos y no profesionales”. Las entidades que no han necesitado ayudas, recordó, han aportado la mitad del capital necesario para “sacar adelante a Sareb”, el conocido como banco malo, y han ayudado a la recuperación al “adquirir otras entidades que habían sido despojadas de toda virtud”.
La consejera delegada de Bankinter, entidad que no comercializó hipotecas que incluyesen las polémicas cláusulas suelo, manifestó como propia la “incertidumbre” que ha generado “alterar las obligaciones contractuales con retroactividad”, algo que supone “cambiar las reglas del juego a mitad de partido” y un riesgo “para la seguridad jurídica de un país”. Se refería a varapalos judiciales contra la opacidad financiera como el del Tribunal de Justicia de la UE, que el pasado diciembre obligó a las entidades que comercializaron cláusulas suelo sin transparencia a devolver todo lo cobrado por ellas desde el inicio.
Más allá, Dancausa cargó contra la “maquinaria de engaño” de quien “cabalga un pingüe negocio de reclamaciones” que trata de “desprestigiar a la banca” presentando productos financieros como la cláusula suelo, la hipoteca multidivisa, o los gastos de constitución de hipotecas como “los nuevos jinetes del Apocalipsis”.
Con todo, Dancausa trató de defender la actuación de su entidad en estos campos al aseverar que aunque Bankinter sí que comercializó hipotecas multidivisa, producto que le han costado algunos fallos en contra y que el Gobierno se prepara a acotar con la nueva reforma hipotecaria, solo lo hizo en el año 2008 y que ya ha adaptado sus hipotecas al nuevo marco de gastos hipotecarios para no cargar al cliente con todos.
Reparto de dividendos
Centrándose en la actividad bancaria de la entidad, tanto Dancausa como el presidente de Bankinter, Pedro Guerrero, se congratularon de que el último año ha sido “el mejor de la historia del banco”, con un beneficio neto de 490 millones de euros, un 30,4% más que en el ejercicio 2015. Un resultado con el que “Bankinter está en disposición de distribuir 200 millones de euros en dividendos con cargo a 2016”, anunció Guerrero.
Esta cifra implica que los accionistas de la entidad percibirán un 6,4% más en dividendos que el año anterior, pagados íntegramente en efectivo, y de los que sólo falta por distribuir el complementario, de 0,0682 euros por título que se abonará el próximo 30 de marzo.
Semejante retribución se enmarca en la política seguida por la entidad en los últimos años de distribuir cerca de la mitad del beneficio de la entidad entre los accionistas. Aunque el resultado neto fue de 490 millones, se toma como punto de referencia el beneficio recurrente, por lo que se descuenta el impacto positivo excepcional que supuso la integración del negocio portugués de Barclays, que Bankinter adquirió en abril del año pasado.
El negocio portugués y la inversión digital
Durante la junta general de accionistas de Bankinter, la consejera delegada, María Dolores Dancausa, subrayó dos hitos. Uno, la expansión internacional de la entidad con la adquisición del negocio minorista de Barclays en Portugal que está protagonizando un “importante potencial de crecimiento”. En concreto, “la inversión crediticia ha crecido un 3% y alcanza los 4.600 millones de euros”, mientras que el volumen de depósitos minoristas ha aumentado un 24%, hasta 3.700 millones, detalló, cifras que hace a los gestores de Bankinter ser “muy optimistas” con el recorrido del negocio luso.
En segundo lugar, Dancausa resaltó el salto tecnológico que está viviendo el grupo. “En Bankinter creemos que no está reñido dar la bienvenida a la digitalización y la robótica con una adecuada dotación de plantilla para dar respuesta a los clientes que lo precisan”, expuso avanzando que avanzar en la carrera digital es uno de los principales retos de 2017. “En respuesta a este desafío de los nuevos tiempos tenemos un plan de importantes inversiones, que incluyen un fuerte impulso para poner al día nuestros sistemas de información”, avanzó.