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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Una revolución en el negocio de la fibra

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.Efe

El histórico acuerdo alcanzado por Telefónica y Vodafone para que esta última pueda acceder a la red de fibra de Movistar constituye un movimiento estratégico que revolucionará el mercado de este negocio en España. El pacto, que posibilita a Vodafone acceder de forma inmediata a la fibra de Movistar no solo en los municipios sujetos a regulación, sino también en otros en los que se había liberado a Telefónica de obligaciones mayoristas de acceso a la fibra, permitirá a esta rentabilizar la inversión realizada en el despliegue de sus redes y completará la cobertura nacional de Vodafone. Ello ayudará a esta a extender considerablemente la huella en la que puede prestar servicios de banda ancha ultrarrápida y televisión, así como a romper el estancamiento competitivo respecto a Orange y reposicionarse en el negocio de la fibra.

Un vistazo a las cifras permite calibrar el alcance del acuerdo suscrito entre las dos compañías. Vodafone llega hasta el momento a 15,8 millones de unidades inmobiliarias, aunque lo hace con una gran desigualdad territorial e incluso tecnológica. Aunque desde el sector se apunta a que el pacto no abre la puerta al uso de los más de 17 millones de unidades de Movistar, sí lo hará a un gran porcentaje de ellas. Las ventajas para Telefónica, que calificaba ayer el acuerdo como un “hito” en su negocio, son también considerables. La teleco pasará a tener una posición estratégicamente más activa, al ofrecer sus servicios mayoristas en un mercado en continua transformación y en el que cada vez existen más alternativas tanto en la prestación de servicios por parte de otros operadores como en el uso de modelos de coinversión y autoprestación.

Las millonarias inversiones que las grandes empresas de telecomunicaciones han realizado en los últimos años para cubrir Europa de redes de fibra óptica constituyen un esfuerzo financiero con un valor estratégico para las propias compañías, pero también un beneficio para el conjunto de la economía europea y su apuesta por la digitalización. La necesidad de recuperar esos desembolsos y rentabilizarlos es una de las grandes cuestiones a resolver en este mercado. Telefónica han llevado el cable hasta hogares españoles que todavía no están conectados, lo que impide el retorno de ese esfuerzo financiero. La oportunidad que se abre con este modelo de acuerdo permitirá a la operadora sacar partido de ese esfuerzo inversor y mejorará la cobertura y prestación de servicios para los consumidores. En palabras de la propia Telefónica, se trata de “poner en valor la red de fibra de igual forma que un propietario de pisos trata de rentabilizarlos a través de un alquiler”. Aunque no ha trascendido el precio del pacto entre ambas compañías, todo apunta a que este es más bajo que el establecido por los reguladores. Un paso más en un mercado que se caracteriza por tener siempre la mirada puesta en el futuro.

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