Estos inversores mueven los hilos de las grandes tecnológicas
BlackRock, Vanguard, Fidelity, State Street, Rowe y Capital tienen un billón de dólares en Apple, Alphabet, Facebook, Amazon y Microsoft
El multimillonario estadounidense Warren Buffett, el genio que convierte en oro (casi) todo lo que toca, ha hecho su última gran apuesta en el sector más estelar: el tecnológico. Para él están más que olvidados los estragos que causó el estallido de la burbuja puntocom, allá por 2000, cuando el índice Nasdaq superó los 5.000 puntos para desplomarse casi un 80% en menos de dos años.
El selectivo roza ahora los 6.000 puntos y una parte de los expertos todavía consideran que conserva potencial. Las inyecciones de optimismo de los últimos estrenos, como Snap, la matriz de la aplicación de mensajes de vídeo y fotos Snapchat, han contribuido a ello. Así, el Nasdaq vuelve a cotizar en máximos históricos. La buena noticia es que una parte mayoritaria de los analistas considera que, esta vez, no es una burbuja, sino un auténtico boom.
El sabio de Omaha sabe perfectamente dónde dispara. Y su sociedad de cartera,Berkshire Hathaway, que cotiza en la Bolsa de Nueva York y sube más de un 120% en los últimos cinco años, ha duplicado en los poco más de dos meses del año en curso su participación en Apple. La ha situado en unos 17.000 millones de dólares (16.000 millones de euros). El fabricante del iPhone es la empresa más valiosa del planeta, con cerca de 700.000 millones de dólares de capitalización y en los últimos tiempos revalida sus máximos históricos sesión tras sesión. Aun así, el consenso de analistas le asigna un potencial del 5%.
Los ideólogos de Google y Facebook han blindado el control de sus firmas al reservarse las acciones con más votos
Pero los inversores que están detrás de los grandes gigantes tecnológicos no son ni Buffett ni, en la mayoría de los casos, sus fundadores. Algunos de ellos se guardan una suerte de acciones de oro para mantener el control estratégico de sus creaciones. Alphabet –la matriz de Google– cuenta con tres clases de acciones: las A, que tienen un voto; las B, que no cotizan en Bolsa, 10, y las C, que no dan ni un solo derecho a influir en la gestión. Todas, eso sí, gozan de los mismos derechos económicos.
El retrato de los inversores
Los propietarios de las grandes multinacionales son, salvo raras excepciones, los grandes fondos de inversión. Pero en los cinco emporios de la tecnología hay nombres que se repiten. La querencia por el sector es clara en seis gestoras gigantes. Salvo en Amazon, que tiene una base de accionistas más fragmentada y peculiar, BlackRock, Vanguard Fidelity, State Street, Rowe Price y Capital Group destacan como las gestoras con más exposición en el quinteto de las grandes tecnológicas. Esta es la radiografía de cada una de ellas.
BlackRock
Es la firma de gestión de activos más grande del mundo, con un patrimonio de 5,1 billones de dólares (4,8 billones de euros) a cierre del año pasado, un 11% más que a 31 de diciembre de 2015. BlackRock lidera el ranking de inversión en el Ibex, con acciones valoradas en unos 18.000 millones. BlackRock invierte en Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon y Facebook por un total de unos 135.000 millones de dólares.
Vanguard
Con sede en Pennsylvania, es una de las mayores firmas de la industria de la inversión colectiva, con más de 3,5 billones de dólares (3,3 billones de euros). Vanguard, que fue creada en 1975, cuenta con 20 millones de inversores en 170 países. La gestora estadounidense apuesta por Alphabet, Apple y Microsoft, firmas en las que tiene más de 106.000 millones de dólares.
State Street
Con 1,9 billones de dólares (1,8 billones de euros) bajo gestión es la tercera firma en el ranking por inversiones tecnológicas. Fundada en 1792 en Boston, tiene participaciones en Microsoft, Apple, Facebook y Alphabet por 84.000 millones de dólares.
Fidelity
Es otra de las grandes, con 2,1 billones de dólares (2 billones de euros), tiene su sede en Boston y fue creada en 1946. Tiene grandes posiciones en Apple, Microsoft, Facebook y Alphabet por un total de 80.000 millones de dólares.
Capital Group
Sus apuestas también son Apple, Microsoft, Facebook y Alphabet, con un total de 57.000 millones de dólares. La firma, con sede en Los Ángeles, tiene activos por 1,4 billones de dólares (1,3 billones).
Rowe Price
De los cinco gigantes tecnológicos, Rowe Price, con apenas un billón de dólares en activos, solo invierte en Alphabet, Facebook y Microsoft.
Los fundadores de Alphabet, Larry Page y Sergey Brin, cargados de acciones A, son a duras penas sus mayores accionistas. La estructura de Facebook es similar, con títulos A, con un voto y para el común de los mortales, y B, bajo el control casi exclusivo de Mark Zuckerberg, el ideólogo de la empresa, y que multiplican por 10 los derechos políticos de las acciones normales.
Los cinco gigantes tecnológicos por capitalización son Apple (690.000 millones de dólares), Alphabet (550.000), Microsoft (480.000), Amazon (385.000) y Facebook (380.000). Son, además, las empresas de mayor tamaño del planeta, con permiso de la compañía pilotada por Buffett, que se cuela en el ranking con unos 410.000 millones de dólares.
La empresa fundada por Bill Gates ofrece una rentabilidad del 89.000% desde su salida a Bolsa
El análisis de los 10 mayores accionistas de cada uno de los monstruos revela que hay seis gestoras de fondos estadounidenses que son las dueñas en la sombra del sector.
Los tapados son BlackRock (con unos 135.000 millones de dólares en las cinco compañías), Vanguard (más de 100.000 en Alphabet, Apple y Microsoft), State Street (84.000 en todas ellas menos en Amazon), Fidelity (80.000 millones en las mismas que el anterior), Capital Group (57.000 millones, también sin contar con Amazon) y Rowe Price, con unos 38.000 millones de dólares en Alphabet, Facebook y Microsoft.
Apple, que se dispara un 1000% en la última década, es el paradigma de la empresa tecnológica a la que nunca se le acaba la gasolina. Facturó el año pasado 218.012 millones de dólares, con un resultado neto de 45.217 millones.
Es verdad que la firma de la manzana sufrió meses atrás cierto parón en las ventas su icónico iPhone, el motor de su negocio, pero Tim Cook, su consejero delegado, ya ha destacado en las últimas presentaciones de resultado cómo sube su apuesta por los servicios, un negocio que en el último trimestre creció un 18% hasta los 7.200 millones de dólares.
Los mayores accionistas de Apple son exclusivamente fondos de inversión, con un 21% entre los cinco magníficos ya mencionados. Sí, tras su fuerte apuesta de arranque del ejercicio, Buffett aparece ya como el cuarto inversor.
La firma de Cupertino, de la que se espera su desembarco en el negocio del hogar digital (con algún altavoz o dispositivo inteligente, similar al Echo de Amazon y al Home, de Google) y los coches autónomos, sigue siendo la más rentable del mundo.
Los dueños de los gigantes que dominan la era de internet tienen razones más que suficientes para agarrarse a ellos, pues son titanes con tentáculos en cada vez más negocios: la publicidad, los dispositivos de informática y de electrónica de consumo, la logística, el comercio electrónico, el hogar digital, la robótica, la música, el cine, las finanzas, la inteligencia artificial, los coches conectados, el almacenamiento en la nube… Solo por esta última actividad, Amazon obtuvo unos ingresos el año pasado de 12.200 millones de dólares. La gran tienda en internet del planeta es una de las firmas más veteranas en Bolsa, con una historia de casi 20 años cotizando. Salió en mayo de 1997 a 18 dólares por acción y ahora cotiza a más de 850. La revalorización supera el 4.600%.
Por facturación, la empresa que pilota Jeff Bezos es la segunda en el quinteto de tecnológicas todopoderosas. En 2015, tuvo unos ingresos de 135.987 millones, un 27% más que el año anterior, y cuadruplicó su beneficio neto hasta los 2.371 millones. La firma lleva siete trimestres consecutivos registrando beneficio, después de años en pérdidas.
Alphabet facturó 90.272 millones y obtuvo un resultado neto de 19.478, con una capitalización bursátil de 557.000 millones.Su vida bursátil es más corta, pues se estrenó en agosto de 2004, pero la rentabilidad también es desbordante, con más de un 900%. Salió a 85 dólares y ahora está por encima de 850. Además de sus creadores, en el ranking de mayores inversores aparecen Vanguard, BlackRock, y Fidelity, con posiciones entre 32.000 y 37.000 millones de dólares.
Microsoft es la segunda empresa más antigua en el mercado (salió en marzo de 1986) después de Apple (diciembre de 1980) y también puede presumir de haber dado inmensos beneficios a los inversores que han confiado en ella. Quien compró una acción en la Oferta Pública de Venta (OPV) a 21 dólares cada una y la haya mantenido hasta ahora dispone ahora de 288 títulos – Microsoft ha realizado nueve divisiones o splits–, valorada cada una a 65 dólares. Los beneficios son del 89.000%.
Tras el nombramiento de Satya Nadella hace tres años como CEO de la compañía, fundada por Bill Gates, ha empujado cambios importantes en la corporación (con el cloud computing y la inteligencia artificial), que le están permitiendo plantar cara a los otros gigantes tecnológicos y volver a ser una empresa que marca tendencias –como ya lo hiciera– en la industria tecnológica. La firma, que pasó su propio calvario con el fin de la era del PC y su miopía frente a la era de la telefonía móvil, facturó el pasado año 93.100 millones y obtuvo un beneficio neto de 16.768 millones.
La que menos ingresos tiene, pero que no deja de crecer, es Facebook, que cerró su último ejercicio con unas ventas de 27.638 millones (un 54% más) y un resultado de 10.217 millones (un 177% más).
La red social tiene 13 años de vida, pero debutó en Bolsa hace apenas cinco, el 18 de mayo de 2012, tras haber elevado el rango de precios inicial de la OPV de 28 a 35 dólares para fijarlo en 38 dólares. Ahora cotiza en torno a 138, con lo que los inversores que fueron al estreno han ganado más de un 260%.
Gracias a su estructura accionarial y a distintos pactos, Mark Zuckerberg tiene el control total de la compañía, pero lo acompañan con participaciones entre el 3,9% y el 5,7% los fondos BlackRock, FMR y State Street. Estas participaciones tienen una valoración agregada de unos 50.000 millones de dólares.
Cuando salió a Bolsa en 2012, Facebook facturaba 3.700 millones de dólares y tenía 1.000 de beneficio. Hoy, puede presumir de aproximarse a los 2.000 millones de usuarios mensuales y es aplaudida además por las compras que ha hecho: WhatsApp e Instagram, dos de las aplicaciones más utilizadas en el mundo, y Oculus, que la ha posicionado en uno de los mercados a priori con más futuro, el de la realidad virtual.
La apuesta de los grandes fondos parecen haber sido un acierto a la vista de la evolución de estas compañías, que pese a sus traspiés (Facebook y Google, por ejemplo, están siendo en la actualidad duramente criticadas por las noticias falsas y se les destaca su gran dependencia del negocio publicitario) no paran de crecer, mientras otros gigantes de internet no han tenido la misma suerte: Yahoo o Twitter. Tampoco otros pesos pesados de la industria tecnológica, como HPo IBM, han tenido tan buena evolución en Bolsa como ellas ni han sabido marcar las tendencias del sector en la última década como lo hacían antaño.
Nuevos terrenos fértiles mantienen el idilio
El amor de los grandes fondos por los titanes tecnológicos estadounidenses podría ser muy duradero si Apple, Microsoft, Google, Amazon y Facebook les convencen de que sus nuevas apuestan van en la buena dirección. La diversificación de las tecnológicas parece gustarles, pues en algunos casos pisan terrenos fértiles. Dos sectores que prometen no ser ni sombra de lo que son ahora.
Uno, el financiero, donde ven, como advertía recientemente el bufete de abogados Cuatrecasas, que el mundo de las finanzas se “está yendo a Silicon Valley” y Google, Facebook y Apple podrían llegar a ser las grandes competidoras de los bancos tradicionales. Otro, el de la automoción, pues como se puso en evidencia en el último Mobile World Congress (y en otros eventos propios del sector del motor), los fabricantes de coches y los gigantes tecnológicos van cada vez más de la mano. Incluso alguno promete ya ser un actor relevante: Alphabet, que recientemente segregó su unidad de coches autónomos, a la que ha bautizado con el nombre de Waymo. Aquí Apple también parece apuntar, aunque oficialmente no haya hecho ningún anuncio. Otra industria a la que también miran frotándose las manos es la del cine. Los gigantes tecnológicos han desafiado ya a los grandes estudios de Hollywood, como muestra el hecho de ver a Amazon paseando por la alfombra roja. Y vendrán más.