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Engaño a inversores

Tres años de cárcel por estafar en nombre de Jehová

El Supremo condena a los responsables de una estafa piramidal, por 39 millones de euros, a cientos de Testigos de Jehová

Imagen promocional de la web de los Testigos de Jehová.
Imagen promocional de la web de los Testigos de Jehová.
Juande Portillo

“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano”, reza el texto del Éxodo, capítulo 20, versículo 7. De momento, no obstante, no es la cita bíblica, sino el Código Penal, el libro por el que el Tribunal Supremo ha condenado a penas de hasta tres años y medio de cárcel a los responsables de una estafa piramidal que engañaron a cientos de fieles de los Testigos de Jehová.

La condición de anciano de la congregación de uno de los condenados permitió, según la sentencia, que los responsables del engaño aprovecharan la “fe ciega” de cientos de víctimas de la estafa, cuya religión establece la “inmoralidad de toda mentira”. Un terreno abonado en el que captaron casi 39 millones de euros de 1.300 personas, cientos de ellos miembros de la citada comunidad religiosa.

En concreto, la Sala II del Tribunal Supremo condena a tres años y medio de cárcel Juan Andrés Torrecillas, uno de los socios fundadores de Rural New Life y expresidente de Mutua Mas Vida, y Diego Luna, delegado de ambas entidades en la zona de Cataluña, quien aprovechó su cargo de “anciano” en los Testigos de Jehová para convencer personalmente a centenares de feligreses para que suscribieran contratos de inversión y pólizas de seguros, informa el Alto Tribunal.

Además, la Sala condena a tres años de prisión a las hermanas María Mercedes y María Nieves Torres, la primera directora jurídica de las dos entidades, y la segunda fundadora y exsecretaria del Consejo de Mutua Mas Vida. Las dos fueron además designadas albaceas testamentarias del fundador y primer presidente de Rural New Life, ya fallecido.

La sentencia expone que los cuatro fueron responsables de una estafa piramidal, llevada a cabo entre 1998 y 2002, aprovechándose de la fe y constumbres de cientos de testigos de Jehová a través de las empresas Rural New Life, S.L., y la Mutua Mas Vida.

Esta última firma ofrecía servicios sanitarios no invasivos, que excluían transfusiones de sangre en las intervenciones quirúrgicas, y otras prácticas no aceptadas por los Testigos de Jehová.

El fallo del Supremo estima parcialmente el recurso de las dos mujeres al fallo de la Audiencia Provincial de Barcelona, del 29 de enero de 2015, que condena a los cuatro procesados por un delito continuado de estafa, subtipo agravado de abuso de confianza y con perjuicio de notoria importancia, en concurso con un delito de insolvencia punible, y les absuelve de insolvencia punible al considerar que queda consumido por la estafa, pero mantiene las penas originales.

La captación de los inversores

Según los hechos probados, el objeto social de la empresa Rural New Life, con sede en Sevilla, era captar inversores privados a través de una red comercial distribuida por todo el país con el objetivo de lograr fondos con que adquirir inmuebles, participaciones empresariales e inversiones en Bolsa.

“Sin embargo, los citados acusados decidieron -de común acuerdo e inducidos del ánimo de enriquecimiento injusto- ofrecer a partir del año 1999 como señuelo a los futuros inversores unos contratos de préstamo ( bajo la denominación de Plan Inversión y Plan Ahorro, en adelante PIN y PAN) en los que se hacía constar una rentabilidad garantizada entre el 10 y el 13%, a pesar de ser plenamente conscientes que no se iba a invertir el capital captado en ningún bien concreto que produjera tales elevados dividendos”, expone el fallo.

“Conscientes de que solo con la entrada de nuevos capitales (pirámide) podrían hacer frente a las obligaciones contraídas, establecieron una red de sucursales ( 12 en toda España)”, a la que hicieron llegar unos folletos de propaganda donde se prometían aquellos elevados intereses sin riesgo alguno del capital invertido, expone el fallo.

Al comprobar que muchos de los inversores eran Testigos de Jehová, puesto que la mayoría de delegados de la zona era miembros y ofrecían los productos a los feligreses de su comunidad, el primer presidente de Rural New Life –ya fallecido-, otro socio en paradero desconocido y Torrecillas, ampliaron en 1998 la estructura piramidal fraudulenta fundando Mutua Más Vida.

Una "fe ciega"

Dirigiendose a los mismos inversores, los responsables de estas empresas ofrecieron servicios mutualistas que garantizaban una asistencia sanitaria no invasiva, evitando realizar transfusiones de sangre, a la par que unos generosos intereses.

“Consiguieron de esta manera y gracias a la "fe ciega" de los suscriptores consecuencia de compartir un mismo ideal religioso basado en la inmoralidad de toda mentira, que a comienzos del año 2001 entre ambas entidades tuvieran ya casi 3.000 partícipes entre inversores y asegurados”, indica la sentencia.

27,9 millones por devolver

Aunque el Consorcio de Compensación de Seguros compensó a los 1.312 asegurados de Mutua Más Vida, adquiriendo sus títulos por el 89,31% de su valor, unos 11 millones de euros, no asumió los créditos a Rural New Life, con lo que quedan pendientes de cobro 27,9 millones de euros.

En concepto de responsabilidad civil, el fallo condena a los cuatro acusados a indemnizar conjunta y solidariamente a los afectados y al Consorcio de Compensación de Seguros por la cantidad estafada.

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