La Bolsa de Londres ve difícil su fusión con la de Fráncfort
La Bolsa de Valores de Londres ha admitido que su proyecto de fusión podría ser bloqueado por la Comisión Europea a raíz de una nueva petición que considera “desproporcionada”.
La Bolsa de Valores de Londres ha admitido que su planeada fusión con la alemana Deutsche Börse podría ser bloqueada por la Comisión Europea (CE) a raíz de una nueva petición que considera “desproporcionada”.
En un comunicado divulgado anoche, la London Stock Exchange Group (LSE) señaló que la CE ha impuesto como requisito para la fusión que venda su participación en el mercado electrónico MTS.
El año pasado, los accionistas del LSE votaron por amplia mayoría a favor de la fusión con la alemana Deutsche Börse, con la que estas empresas quieren transformarse en un grupo líder en infraestructuras para mercados globales, a pesar de la esperada retirada del Reino Unido de la Unión Europea (UE), previsiblemente en 2019.
En su nota, la LSE señala que, teniendo en cuenta los intereses de los accionistas, no podría cumplir con la petición, si bien está dispuesta a seguir con el esfuerzo a fin de concretar la fusión. “Basada en la actual posición de la comisión, LSE cree que es poco probable que la Comisión facilite el visto bueno para la fusión”, admite la bolsa de Londres.
“No obstante, la junta de LSE sigue convencida de los beneficios estratégicos de la fusión y reconoce el fuerte apoyo de los accionistas para la transacción. LSE continuará tomando pasos para buscar la implementación de la fusión”, añade. La unión entre las bolsas de Londres y Fráncfort fue confirmada el año pasado y está pendiente de la aprobación de los reguladores.
Según los términos anunciados el año pasado, a fusión “entre iguales”, que crearía un grupo global de soporte para los mercados, se estructurará en acciones, de forma que los accionistas de la LSE recibirán el 45,6 % de los títulos del grupo combinado, mientras que los inversores de la alemana percibirán el 54,4 %.
En virtud de los planes de fusión, las dos partes han de conservar sus respectivas sedes en Londres y Fráncfort y cotizarán en los parqués de esas dos ciudades europeas.