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Telecomunicaciones

La gran sacudida de activos de Telefónica

La última operación ha sido la venta del 40% de Telxius a KKR

Santiago Millán Alonso

Telefónica anunció este martes la venta de un 40% del capital de Telxius, su filial de infraestructuras, a KKR por 1.275 millones de euros. Un movimiento que tiene como objetivo la reducción de deuda, que al cierre de septiembre se situaba en 49.984 millones de euros.

Eso sí, es la última operación corporativa protagonizada por Telefónica, que en la última década ha comprado y vendido activos en prácticamente todos los mercados en los que tiene o tenía presencia: España, Brasil, Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal, Irlanda, República Checa, Eslovaquia, China, Centroamérica...

Tras adquirir Cesky Telecom en 2005, Telefónica cerró en 2006 la adquisición de O2, compañía que abría al grupo español la puerta de Reino Unido, Irlanda y Alemania, por cerca de 26.000 millones de euros en efectivo. Era la mayor compra de la historia de Telefónica. Con la compra, la deuda pasó de 30.067 millones en 2005 a 52.145 millones en 2006.

En los ejercicios siguientes, la teleco trabajó en la reducción de deuda con la venta de distintos activos como Airwave, Endemol, Manx Telecom y la venezolana CANTV, hasta situarla en 42.700 millones de euros en 2008. En 2010, el endeudamiento de Telefónica vuelve a subir tras adquirir a Portugal Telecom su 50% en el capital de la brasileña Vivo hasta superar los 55.000 millones. También adquiere Jajah y la red social Tuenti.

En junio de 2012 se alcanza el récord de 58.310 millones de euros. La situación se agrava por la crisis financiera que vive Europa, y Telefónica, además de suspender el dividendo un año, pone en marcha un agresivo plan de desinversiones: vende Atento a Bain Capital, su participación en Hispasat a Abertis, vende su participación en la cablera portuguesa Zon, dice adiós a Amper, sale de Portugal Telecom, coloca en Bolsa un 23% de Telefónica Deutschland, vende un 4,56% de China Unicom (posteriormente venderá más acciones de la teleco china), la agencia de viajes Rumbo, edificios, torres de telefonía móvil en España y Brasil...

Además, entre 2012 y 2013, la teleco se plantea colocar en Bolsa parte del capital de Telefónica Latinoamérica y llega a crear un holding para agrupar activos.

También hace operaciones internacionales de calado como las ventas de las filiales en Irlanda a Hutchison, Eslovaquia y la República Checa a PPF Group, junto con una participación del 40% en el negocio centroamericano (Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá) a Corporación Multi Inversiones...

Estas desinversiones, unidas a la generación de caja, llevan a Telefónica a reducir la deuda a 45.087 millones a final de 2014. En ese periodo, y tras vender activos, la operadora decide reforzar su presencia en sus mercados estratégicos. Así, cierra las adquisiciones de E-Plus en Alemania, de GVT en Brasil (con el acuerdo con Vivendi, Telefónica pacta transferir su participación en Telecom Italia al grupo galo) y Canal+ en España, con la intención de avanzar en la televisión de pago.

Con estos movimientos, la deuda vuelve a acercarse a 50.000 millones de euros en 2015. Telefónica toma una decisión de calado: la venta de la filial británica O2 a Hutchison. Con el movimiento, la deuda iba a quedar por debajo de 40.000 millones. Sin embargo, la Comisión Europea, presionada por Reino Unido en medio de la vorágine del brexit y cambiando su propia doctrina, bloquea la operación y obliga a buscar otras alternativas. Vende la argentina Telefe, Telxius y el próximo paso puede ser la OPV de O2.

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Sobre la firma

Santiago Millán Alonso
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.

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