Pantalones chinos ‘Made in Spain’
La empresa dona a proyectos sociales un 5% de cada venta.
Carlos Schmitz, Antonio Ortega y José Manuel Rico son tres amigos que acaban de poner en marcha Smitzy, su propio negocio de moda. A los tres les une un MBA y su espíritu emprendedor. La empresa lanzó a la venta sus primeros 1.500 pantalones -con corte moderno y estilo juvenil- el pasado diciembre y en 2017 prevé una segunda producción similar, además de dos nuevos productos antes del verano. Su objetivo es alcanzar durante este año el break-even (punto de equilibrio) operacional.
Aunque la firma apenas cuenta con unos meses de vida, la idea surgió hace ya varios años cuando estos jóvenes no encontraban pantalones “chinos” con un corte más moderno y menos tradicional, según explica el consejero delegado de la empresa, Carlos Schmitz, licenciado en Londres en ADE. Entonces “decidimos producir y comercializar unos propios con un estudiado diseño que favoreciera la constitución masculina, de alta calidad y hechos en España”. Los tres socios han contribuido a la inversión necesaria con dinero de su propio bolsillo, al que se ha sumado otro procedente de fondos estatales de ayuda a emprendedores.
En un primer estudio de mercado constataron que se estaba produciendo un cambio tanto en los comportamientos de compra de los consumidores como en los canales de distribución. “Por un lado, los consumidores quieren estar más implicados con la marca, por lo que solo el precio o la calidad ya no es suficiente”. Y decidieron que Smitzy colaborara con proyectos sociales donando un 5% del precio de cada producto vendido.
Por otra parte, comprobaron que “los canales de distribución muestran una clara tendencia de crecimiento hacia la venta online”. Por eso, decidieron que internet fuera su canal principal, lo que les permite vender tanto dentro como fuera de nuestro país. “De momento los gastos de envío y devolución son gratuitos en España y Portugal, y a partir de 150 euros los de envío tampoco tienen coste en el resto de Europa”.
Schmitz explica que la tecnología permite crear una nueva firma sin que ésta tenga asociados los costes que soportaba una empresa tradicional en el pasado. Y a ello se une el hecho de que “somos una marca verticalmente integrada, que vende directamente al consumidor saltándose el intermediario, por lo que podemos ofrecer un precio bastante competitivo”. “El enfoque de una producción de cantidades reducidas nos permite ser mucho más flexibles y adaptarnos al feedback de los clientes y probar nuevos modelos en poco tiempo”, añade.
- Producción española
Smitzy es una marca made in Europe y, siempre que sea posible, el diseño y la fabricación serán españoles, asegura Antonio Ortega, director financiero y responsable de compras. “Apostamos por la marca y la fama que España tienen en el sector. Y, aunque no siempre es fácil encontrar el tipo de proveedores que necesitamos, antepondremos nuestro país a cualquier otro de Europa”. Además, “nos motiva y preocupa especialmente que tanto la producción como la confección sean justas y responsables, por lo que estudiamos que los proveedores con los que trabajamos cuenten con los certificados medioambientales y de sostenibilidad que exigimos”.
El tercer socio, José Manuel Rico, es licenciado en Derecho y ejerce como director de operaciones. Explica que el centro logístico de la empresa se encuentra en las afueras de Madrid y “está completamente externalizado por una empresa especializada en el sector de la moda”. Y anuncia que, “aunque de momento la comercialización se realiza 100% de forma online a través de nuestra página web, estamos buscando una o dos tiendas multitarea situadas estratégicamente en las principales ciudades de España, para que la gente que todavía duda a la hora de comprar online pueda ir a ver los productos in situ”.
Una tienda propia en 2018
El principal objetivo de Smitzy en 2017 es dar a conocer la marca en España, ampliar la variedad de producto y buscar un proyecto social al que apoyar, explica Carlos Schmitz. Además, “este año queremos aprender, mejorar y crecer en todos los aspectos, por lo que la cercanía y la comunicación con el cliente final es un objetivo clave para nosotros”.
Una vez pasado el primer año de lanzamiento, los tres socios expresan su deseo de “abrir en 2018 nuestra propia tienda y ofrecer al cliente una experiencia diferente a la que está acostumbrado en los establecimientos de moda tradicionales”.