El Ibex esquiva a Popular con la ayuda del empleo en EE UU
El Ibex sube el viernes un 0,6% el viernes, pero corrige un 0,4% en la semana
El mercado de divisas está en plena convulsión. A las intervenciones de los bancos centrales se suma la nueva forma de hacer política de los últimos tiempos con Donald Trump y Theresa May como principales representantes. Este ha sido el escenario con el que los inversores dieron el miércoles la bienvenida al mes febrero. Un día antes, el 31 de enero, el euro se cambiaba a 1,078 dólares, su cota más alta desde mediados de noviembre, coincidiendo con las declaraciones del director delConsejo Nacional de Comercio de EE UU, que acusó a Alemania de mantener la moneda europea débil de manera artificial en beneficio propio. A pesar del revuelo causado por estas declaraciones, la divisa única concluye la semana con un alza del 0,6%. Por su parte, el dólar se aleja progresivamente de la igualdad con el euro y desde finales de diciembre la moneda estadounidense corrige un 3,7% mientras la libra se cambia a 1,25 dólares frente a los 1,26 que marcó el miércoles. Ese día el Banco de Inglaterra decidió mantener sin cambios los tipos pese al repunte de la inflación.
A la caída del billete verde contribuyó el miércoles la inacción de la Reserva Federal de EEUU. En la primera reunión con Donald Trump como presidente, el banco central decidió no tocar los tipos, noticia descontada por el mercado.Pero lo que sí esperaban los inversores era que Janet Yellen aportara alguna pista sobre el futuro de la política monetaria. Sin embargo, la Fed prefirió optar por el silencio a la espera de conocer los estímulos fiscales de la nueva Administración.
Al banco central de EE UU y al Banco de Inglaterra le acompañaron el viernes el Banco de Japón, que anunció una nueva intervención en el mercado de deuda, lo que provocó la caída del yen, y banco central de China, que elevó, por sorpresa, los tipos de interés a corto plazo en 10 puntos básicos.
Esta avalancha de citas pasó de puntillas sobre las Bolsas europeas, que decidieron centrarse en la temporada de resultados, con la banca como principal protagonista, y los datos de la evolución de la economía estadounidense. El viernes, día en el que Popular divulgó sus cuentas de 2016, el Ibex 35 se anotó un 0,6%, sumando tres sesiones consecutivas al alza. Estos ascensos, no obstante, resultaron insuficientes para cerrar la semana en positivo. En los últimos cinco días, el selectivo corrige un 0,43%.
El resto de índices europeos se dejaron llevar por la oleada de compras que recorrió el mercado. En la última sesión de la semana, el Dax alemán se anotó un 0,2%; el Cac francés, un 0,65%, el Mib italiano repuntó un 1,20%; el EuroStoxx se anotó un 0,6% y el FTSE británico subió un 0,67%, el día después de que el Parlamento aprobara la activación del brexit.
Gran parte de estos ascensos del viernes enel Viejo Continente se vieron reforzados por el dato de empleo en EE UU.En enero la primera economía del mundo creó 227.000 puestos de trabajo, 52.000 más de lo esperado. A pesar de ello la tasa de desempleo, la primera con Donald Trump en la presidencia, repuntó una décima desde el 4,7% al 4,8%. Al cierre de los mercados europeos, el Dow Jones recuperaba los 20.000 puntos al avanzar un 0,8% mientras el S&P 500 y el tecnológico Nasdaq se anotaban un 0,7% y 0,4%, respectivamente.
La rentabilidad de la deuda española a 10 años cerró en 1,68%. Es decir, en solo cinco días repuntó un 6,3%. El bund alemán, por contra, cayó desde 0,46% al 0,41%, llevando a la prima de riesgo a los 127 puntos básicos, 15 puntos más que una semana antes. A pesar de que el BCE confirmó que continuará con los estímulos económicos hasta finales de 2017, Alemania continúa presionando para que ponga fin al programa en abril ante el repunte de la inflación. No obstante, Mario Draghi coincide con el responsable del Banco de Inglaterra y alegan que este incremento obedece al repunte del crudo.