El caso de Rusia puede seguir dañando a Deutsche
Los reguladores podrían imponer más multas y restricciones por el lavado de dinero de sus clientes
El alivio de Deutsche Bank respecto a Rusia podría ser exagerado. El banco dijo ayer que los 590 millones de euros en multas de los reguladores estadounidenses y británicos por su incapacidad para evitar que sus clientes realizaran operaciones sospechosas en Rusia ya estaban provisionados materialmente, lo que llevó a los sorprendidos inversores a subir la acción un 2%. Pero podría haber otras autoridades haciendo cola.
En cierto sentido, es un buen resultado para el CEO, John Cryan, que asumió el cargo cuando ya habían terminado las llamadas transacciones espejo. Los reguladores han considerado que en general el banco fue negligente y no cómplice. Además, han multado a Deutsche como si las operaciones, que permitieron a clientes anónimos de Rusia sacar 9.300 millones de euros al extranjero, fueran meros fallos de sus controles y procesos. Si hubieran sido consideradas infracciones voluntarias, las multas habrían sido más altas.
El banco dijo ayer que los 590 millones de euros en multas ya estaban provisionados materialmente, lo que provocó una subida en Bolsa del 2%
Sin embargo, la letanía de errores catastróficos es un mal presagio. Las acusaciones revelan fallos en las TI, en las estructuras de gestión, en la auditoría interna y en los procesos contra el lavado de dinero y de diligencia debida respecto al cliente. Peor aún, Deutsche fue incapaz de aprender de los errores del pasado. Su historial reciente de enredos regulatorios debería haberlo empujado a investigar más, pero los reguladores estadounidenses dicen que no hizo caso a varias advertencias claras de sus propios empleados, autoridades y otras instituciones financieras. Los pasos que Deutsche ha tomado para cauterizar las heridas –como cerrar su brazo onshore ruso de banca de inversión y contratar a más personas encargadas de solucionar problemas financieros– podrían llegar demasiado tarde, ser insuficientes o perjudicar al negocio si son demasiado restrictivos.
El beneficio tangible puede por tanto durar poco. Es más, el Departamento de Justicia de EE UU o la Reserva Federal podrían aún imponer mayores penas o restricciones a la actividad del banco. Pese a la cirugía de Cryan, el feo reflejo de las transacciones espejo sobre la reputación de Deutsche podría perdurar.