El bono español sube un 23% en un mes: ¿por qué?
En enero la rentabilidad de la deuda española a diez años sube al 1,6% desde el 1,33%
Comenzó el año en el 1,3% y a punto de que concluya el primer mes de 2017 sube al 1,6%.Se trata de la rentabilidad del bono español a 10 años, que en lo que va de ejercicio repunta un 22,5% y regresa a niveles del brexit.
El incremento de las rentabilidades en el mercado de deuda y consiguiente aumento del coste de financiación para España no es un hecho aislado, sino que, como señala Javier Casal, director de la mesa de deuda de Ahorro Corporación, se enmarca dentro del contexto internacional de subida de las rentabilidades. En el caso de EE UU el experto señala que las razones hay que buscarlas en la llegada de un nuevo presidente a la Casa Blanca, partidario de un proceso de normalización monetaria más acelerado. A las políticas que prevé implantar el magnate –entre las que destaca una política fiscal expansionista– se suma el hecho de que la economía estadounidense está inmersa en un ciclo económico diferente, caracterizado por un mayor crecimiento e inflación.
En el Viejo Continente las explicaciones son varias. Casal apunta a la idea de que “la eurozona experimenta este 2017 un año de transición marcado por el principio del fin de los estímulos económicos por parte del BCE” y a la situación política y económica de cada país. “El mercado prevé que las compras mensuales de activos que realiza Mario Draghi desaparezcan en un futuro no muy lejano”, afirma el experto.
Pero si significativo está siendo el ascenso que registra la rentabilidad en España, mayor es la que está teniendo lugar en los países de nuestro entorno con Alemania, Francia e Italia como ejemplos más representativos.
Los tipos del bund alemán, activo refugio por excelencia en Europa, han pasado del 0,189% con que empezó el año al 0,45% en que concluyó ayer. Es decir, en seis meses la deuda alemana a diez años ha dejado atrás su mínimo histórico del -0,189%, que registró en julio, y alcanza ya máximos de 12 meses. Al sentimiento generalizado de que las compras del BCE llegarán tarde o temprano a su fin se añade la incertidumbre política que rodea a las elecciones alemanas previstas para septiembre.Como viene siendo la regla imperante en los últimos comicios, el ascenso de las fuerzas populistas de corte antieuropeístas ganan adeptos y esto tiene su reflejo en la renta fija.
Pero las razones que de este fuerte aumento no quedan ahí. Los últimos datos de inflación, a los que se aferra el Bundesbank para pedir el fin de los estímulos, han servido de acelerador, especialmente en las últimas jornadas.Después de conocer que la inflación cerró diciembre en el 1,7%, ayer se publicó el IPC adelantado de enero, que alcanzó el 1,9%, el dato más alto desde enero de 2013. No obstante, no hay que olvidar que la mayor parte de este ascenso corresponde al repunte de los precios del crudo. Pese a estas subidas, la prima de riesgo española continúa por encima de los 100 puntos básicos, aunque solo se anota cuatro puntos básicos desde el 1 de enero, hasta los 118.
Otro de los países que este año tiene cita con las urnas es Francia, que en abril celebra la primera vuelta y en mayo, la segunda. La rentabilidad de su bono a 10 años concluyó ayer en el 1,06% frente al 0,67% que marcó a principios de año. El ascenso experimentado por la deuda a 10 años es de los más significativos pues traslada su rentabilidad a niveles de 15 meses. Las subidas de los últimos tiempos obedecen, fundamentalmente, al riesgo político, según Ángel Pérez, analista de Renta 4. El domingo se conoció que el candidato socialista al Elíseo será Benoît Hamon, de corte más izquierdista. Su rival en el partido era Manuel Valls, defensor de continuar la senda reformista que marca Bruselas .Hamon, por contra, buscará una alianza con Jean-Luc Mélenchon, del partido comunista, y Los Verdes, algo que inquieta a los mercados. El diferencial entre la deuda alemana y la francesa a 10 años sube en un mes 13 puntos básicos y retorna a máximos de enero de 2014, hasta los 61.
No obstante, a pesar de estos repuntes, continúa siendo la deuda italiana la más tensionada ante la incertidumbre que genera la posibilidad de unas elecciones anticipadas, después del triunfo del no en el referéndum sobre la reforma constitucional, así como las dudas que persisten sobre la solvencia de su sistema bancario. Todo ello ha impulsado al bono italiano a 10 años al 2,33%, niveles de julio de 2015. El diferencial entre el bono italiano y su homólogo alemán alcanza los 188 puntos básicos.Es decir, desde comienzos de año ha aumentado en 33 puntos básicos. Si se toma de referencia la deuda española, la diferencia entre ambos bonos a favor de España es de 70 puntos básicos, algo que no ocurría desde febrero de 2012, momento en que la crisis de deuda azotaba al Viejo Continente.
Ángel Pérez indica que los ascensos en la renta fija no obedecen solo al BCE y la incertidumbre política, sino que detrás de estos repuntes se encuentra la rotación de activos. Es decir, la apuesta de los inversores por la Bolsa desde la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. El experto cree que el mercado ha sobrerreaccionado a los acontecimientos y espera que las rentabilidades, aunque no regresarán a los mínimos históricos, sí que corregirán parte de la escalada de los últimos meses.