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Tribuna
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Tres elementos clave para un buen análisis geopolítico

Dadas las restricciones geo-gráficas, la historia, cultura y expectativas sobre las necesidades básicas, es probable que haya un conflicto en China

ROMAN PILIPEY (EFE)

En un mundo interconectado y complejo, comprender las maneras en que los pueblos, los estamentos de poder, las preferencias personales y la geografía convergen para influir sobre las futuras tendencias determina el éxito en la gestión financiera.

A pesar de su aparente complejidad, un correcto análisis geopolítico nos ayuda a predecir escenarios de una manera más clara, sencilla y mucho más precisa.

En primer lugar, el análisis geopolítico tiene en cuenta tanto la geografía de una nación como las limitaciones impuestas por sus recursos naturales, su acceso al mundo exterior o su red interna de transportes. Las naciones sin acceso al mar tienen menos opciones de establecer relaciones comerciales, y esto puede derivar en un menor crecimiento económico, además de otras peculiaridades culturales. Respecto al transporte interno, podemos fijarnos en el caso de Estados Unidos, en donde la existencia de ríos navegables de norte a sur y de este a oeste del país supone una ventaja geográfica muy importante. Debido a que el transporte por barco es más barato que por medios terrestres, EE UU han gozado siempre de una gran ventaja en costes.

En ocasiones, la geografía bendice o maldice las relaciones con los países vecinos. Ucrania, por ejemplo, está situada entre dos áreas mucho más grandes y con más recursos: Rusia y Europa. La situación geográfica de Ucrania bloquea el acceso de Rusia al mar, y con ello sus posibilidades de establecer relaciones comerciales. Adicionalmente, debido a que su frontera con Europa es una gran llanura, Rusia necesita Estados que actúen como defensas de sus fronteras. Así, si Ucrania no está en la órbita de Rusia, el acceso a su interior no se verá obstaculizado por defensas naturales.

"El análisis geopolítico trata la política nacional como determinada por su geografía inamovible"

En segundo lugar, situamos la historia y cultura. Una vez establecidas unas relaciones culturales, estas son muy difíciles de cambiar. Las diferencias y semejanzas entre culturas son el resultado de un proceso de siglos cuya comprensión lleva a un mayor grado de precisión en el análisis y acierto en las predicciones. Conocer la enemistad histórica entre Turquía y Grecia permite estimar con menor margen de error las probabilidades de que Turquía entre en la Unión Europea.

Por otra parte, no podemos perder de vista la importancia de las necesidades nacionales y expectativas. Las expectativas sobre las necesidades básicas de una nación son el resultado de su geografía, historia y cultura, y entenderlas ayuda a comprender por qué, por ejemplo, Brasil o Luxemburgo tienen agendas nacionales muy distintas. El análisis geopolítico trata la política nacional como totalmente determinada por su geografía inamovible, su historia imposible de cambiar, sus arraigadas y únicas costumbres culturales y las expectativas de la gente sobre lo que considera sus necesidades básicas.

En consecuencia, las aplicaciones del análisis geopolítico son fundamentales. Tomemos como objeto de estudio a Grecia. Grecia ocupa una península muy montañosa con muy poco terreno cultivable y pocos recursos naturales. Aun así, está situada en el centro de uno de los mares más importantes del mundo: el Mediterráneo. Debido a que sus montañas protegen y aíslan el país, los helenos han mantenido su identidad cultural a lo largo de miles de años y solo han podido ser conquistados desde el mar. Además, su escasez de recursos naturales, junto con el terreno montañoso, restringen su base de capital (una información relevante para los prestamistas dispuestos a ofrecer crédito a este país). Dado que Grecia no puede ser un gran exportador agrícola o de otro tipo de recursos naturales, es lógico pensar que exportará su propia cultura.

Desde el siglo XIV hasta el XIX, el Imperio Otomano (ahora Turquía) ocupó Grecia. La de turcos y helenos ha sido una historia caracterizada por la desconfianza mutua o la enemistad declarada. La geografía griega y su restringida base de capital también la convierten en una candidata natural para establecer alianzas que la protejan de posibles ataques. De nuevo, los analistas geopolíticos no se sorprenderán de que este país se haya aliado con otros más poderosos desde el periodo clásico de su historia.

Un análisis similar también puede aportar algo de luz sobre potenciales puntos de conflicto a nivel global. El estrecho de Malaca es la vía marítima utilizada para entregar los inmensos recursos energéticos consumidos por China. Dadas las crecientes necesidades energéticas del país, los analistas deberían esperar un seguimiento cercano por parte de China a todos los países que rodean el estrecho, así como de estos a China. ¿Habrá un conflicto en la región? Es imposible predecirlo en términos absolutos, pero dadas las restricciones geográficas, la historia, la cultura y las expectativas sobre las necesidades básicas chinas, podemos decir que es bastante probable.

Jason Voss es director de contenidos de CFA Institute. Juan Llona es miembro de CFA Spain y gestor en Imantia Capital.

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