Montoro endurece su batalla fiscal contra las grandes empresas
El ministro de Hacienda asegura que "no se entiende que una pyme tribute al 18% y un grupo consolidado un 7%"
El alud de críticas que ha recibido el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por la subida de impuestos a las grandes empresas y la inseguridad jurídica que ha generado entre esas empresas no va a provocar un cambio en los impuestos. Nada más lejos de la realidad. Montoro ha recordado en su comparecencia en el Congreso que las medidas adoptadas durante el pasado ejercicio promueven que la tributación efectiva se aproxime a la nominal. "No se entiende que una pyme tribute al 18% y un grupo consolidado un 7%. No se entiende y no se puede aceptar. Hemos cambiado las condiciones, pero eso no se puede calificar de inseguridad jurídica", señaló.
El titular de Hacienda recordó que ya se hicieron cambios en 2011. "Les han venido bien para reducir su endeudamiento. Hemos hecho política por el interés general. A ustedes [refiriéndose a las granees empresas] les corresponde pagar más. No vamos a bajar más el gasto social tal y como piden. Hemos reducido el gasto público en 15.000 millones y hemos subido el gasto social, que es lo que promueve la cohesión social en España".
Montoro reforzó su argumentación al asegurar que la recaudación tributaria de las grandes figuras en España (IRPF o IVA) ya ha regresado a los niveles precrisis, algo que no ha sucedido en el caso de Sociedades. "Faltan 20.000 millones y Sociedades es el único que no ha vuelto a las cifras de 2007", subrayó Montoro, quién destaco el hecho de que los ingresos por IRPF hayan crecido, pese a la rebaja fiscal aprobada sobre ese gravamen.
El titular de Hacienda tuvo que responder a la pregunta de Ciudadanos, con quién tiene un pacto de investidura, para clarificar la orden ministerial del 18 de enero que revoca el real decreto aprobado a finales de diciembre. En esa norma se establecía un endurecimiento de los aplazamientos de pago y el Ejecutivo cuantificaba en 1.500 millones de euros el impacto que tendría esa norma. Esta medida soliviantó a pymes y autónomos, que veían como no podrían aplazar el pago de impuestos, pese a que en muchos casos no hubieran cobrado las facturas. Todos protestaron de forma masiva ante Montoro. El ministro se vio obligado a rectificar y emitió esa orden para fijar un nuevo escenario. "Somos conscientes de las consecuencias y de los hábitos de un tiempo difícil, con altas cotas de morosidad.
Tal y como está estructurada la ley, los autónomos y las pymes necesitan un tratamiento especial, ya que abonan los impuestos antes de que hayan cobrado sus facturas, lo que les provoca problemas de tesorería", recalcó Montoro. De este modo, pymes y autónomos podrán aplazar a partir de este mes el pago de sus deudas tributarias siempre que no superen los 30.000 euros y no tendrán que aportar documentación en la que justifiquen tensiones de tesorería, impagos o avales para la devolución del pasivo. "Basta con que soliciten el aplazamiento y este se concederá automáticamente. Los autónomos dispondrán de doce meses y les pymes tendrán seis. Se les da el beneficio de la duda y se presupone que no han cobrado".