Fedea estima que ni el pleno empleo garantiza las pensiones a largo plazo
Avisa de que será inevitable un recorte de las prestaciones futuras
Un informe de Fedea alerta de que la reforma para garantizar las pensiones pasa inevitablemente por reducir la tasa de sustitución, lo que implica un recorte de la prestación de jubilación. El think tank económico alerta de que incluso si España lograra el pleno empleo en 2050, el sistema seguiría presentando un déficit en torno al 7,4%del PIB.
El debate más crucial que debe abordar España es cómo hacer sostenible el modelo de pensiones en un contexto en el que aumenta el número de jubilados y los que entran en el sistema tienen derecho a pensiones más elevadas y que cobrarán durante más tiempo por el incremento de la esperanza de vida. Al mismo tiempo, la tasa de fecundidad de España es de las más bajas de los países desarrollados. Ante este panorama, Fedea ha publicado un informe el que insta a abordar el problema de forma realista. Su autor, el investigador José Ignacio Conde-Ruiz defiende que “sería conveniente que las discusiones y análisis que están teniendo lugar en ámbito políticos versaran sobre cuál es la forma más eficiente y justa de restaurar la sostenibilidad financiera admitiendo que es inevitable que la tasa de sustitución de las pensiones disminuya”. La tasa de sustitución es el porcentaje que representa la pensión sobre el último salario y, por lo tanto, su reducción implica una menor prestación.
Conde-Ruiz aboga por ir hacia un sistema de cuentas nocionales, que dotaría de mayor transparencia al modelo. En este sistema, el trabajador cotiza a lo largo de su vida en una cuenta individual y propia que recoge la aportación a lo largo de la vida laboral. Al llegar a la edad de jubilación, la prestación se calcula en función de lo aportado y se pueden tener en cuenta también variables como la ratio entre cotizantes y jubilados o el incremento del PIB. Conde-Ruiz señala que esta opción es más lógica que el modelo actual.
Fedea rechaza que el problema de las pensiones pase por soluciones unívocas. En su opinión, alcanzar el pleno empleo, eliminar la precariedad laboral, mejorar la educación y, en consecuencia, aumentar la productividad son elementos necesarios para que el modelo sea sostenible, pero resultan insuficientes. Incluso en el caso de que España lograra el pleno empleo, Conde-Ruiz indica que la situación demográfica llevaría al sistema de pensiones en el año 2050 a gastar el equivalente al 17,4% del PIB y a ingresar un 10%. Es decir, solo el sistema de pensiones generaría un déficit público del 7,4% del PIB, un umbral muy elevado y alejado del límite del 3% que impone el Plan de Estabilidad de la Unión Europea. En el informe titulado Medidas para restaurar (o no) la sostenibilidad financiera de las pensiones, Fedea ilustra con datos el efecto del envejecimiento de la población. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de dependencia, es decir, la ratio de población mayor de 67 años y la población de 16 a 66 años, aumentará del 24,8% actual al 60,2% en 2050. En este mismo período, el porcentaje no llegará al 50% en la Unión Europea. Ello refleja que la presión que ejercerán las pensiones en los presupuestos públicos cada vez será más relevante. De hecho, el efecto ya se deja notar ahora.
Los últimos datos del Ministerio de Hacienda reflejan que hoy España gasta en torno a 130.000 millones en pensiones. Antes de la crisis, la cifra no llegaba a los 90.000 millones. Supone un incremento de 40.000 millones y la partida no cesará de aumentar. El Gobierno de Mariano Rajoy ya ha anunciado su intención de alcanzar un gran pacto con el resto de grandes partidos sobre la reforma del sistema. Encima de la mesa aparecen propuestas como financiar las pensiones a través de impuestos, una medida que defiende el PSOE.