El tamaño sí importa (en una pyme)

Las empresas grandes alcanzan mayores niveles de productividad y son más competitivas, ya que se benefician de economías de escala y tienen un mejor acceso a la financiación

Según un informe publicado por el Consejo Económico y Social de España, el tejido empresarial español cuenta con una elevada presencia de micropymes, al igual que ocurre en Francia, Italia y Portugal. Por el contrario, países como Alemania y Reino Unido cuentan con una mayor abundancia de empresas medianas y pequeñas que, en muchos casos, se revelan como proyectos empresariales de mayor envergadura, mostrando, además, una mayor estabilidad en el tiempo.

Esta situación afecta directamente a la generación de empleo y a sus perspectivas de futuro. De hecho, la mayor parte del empleo en España, se genera en las microempresas frente al 29,2% que este tipo de empresas generan de media en la Unión Europea. En Alemania y Reino Unido las empresas más pequeñas ni siquiera llegan a crear una quinta parte de los puestos de trabajo.

Pero, además, la elevada presencia de micropymes en España incide en la productividad, ya que con un 40,5 del empleo generado por las empresas más pequeñas sólo se consigue un 26% de la producción del país, mientras que el conjunto de la Unión Europea produce el 21,1% con una tasa del 29,2% de empleo.

Por otro lado, más de dos terceras partes de las empresas con asalariados que desaparecen pertenecen a la categoría de micropymes, aunque el mayor porcentaje de caída de empresas se registró en el segmento de pequeñas empresas, con entre 10 y 49 empleados, y de medianas empresas, que son las que cuentan con 50 a 199 empleados. En cambio, de las grandes empresas, que ocupan a más de 200 trabajadores, sólo se perdieron una quinta parte.

A la vista de estos, el descenso en el número de pequeñas y medianas empresas podría tener graves implicaciones en la producción y en su competitividad, ya que ambos segmentos empresariales representan el 36,4% de la producción española, sólo un 1,2% por debajo de lo que producen las grandes empresas en nuestro país. Por tanto, propiciar la creación de empresas no es suficiente para alcanzar mayores niveles de productividad, sino que también es necesario garantizar una mayor supervivencia de las iniciativas empresariales y facilitar que las empresas alcancen un tamaño óptimo desde el punto de vista económico-financiero.