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Banca

Saracho será presidente de Popular el 20 de febrero

La junta aprobará su nombramiento como consejero y un consejo posterior le designará presidente Ron recibirá 8,2 millones por su salida; su sucesor podrá recibir indemnización aunque no cumpla cinco años

PABLO MONGE

Popular tendrá a partir del próximo día 20 de febrero nuevo presidente en sustitución de Ángel Ron. Ese día se celebra la junta extraordinaria de accionistas para nombrar a Emilio Saracho consejero ejecutivo. También ese mismo día se celebrará consejo de administración en el que, tras la junta, se le nombrará presidente. El banco remitió ayer por la tarde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el orden del día de la junta extraordinaria, en la que además de a Saracho, se ratificará a Pedro Larena como consejero ejecutivo de la entidad. Además, se someterá a votación la ratificación de nombramiento de Jaime Ruiz Sacristán como consejero dominical.

La junta extraordinaria también abordará la modificación de determinados artículos relativos a la junta general y otros referidos al consejo de administración y a la dirección general, además de posibles cambios en los estatutos sociales de la entidad. En el orden del día también figura la aprobación de la política de remuneraciones de los consejeros y la delegación de facultades en el consejo de administración, con facultad de sustitución, para la formalización, interpretación, subsanación y ejecución de los acuerdos que adopte la junta general de accionistas.

La entidad presentará sus resultados anuales el próximo 3 de febrero. De momento, sus cuentas no están aún cerradas ya que al efecto de las provisiones de las cláusulas suelos por más de 300 millones de euros, hay que añadir las repercusiones de otra sentencia que tiene que analizar, y en la que se dice que los bancos deben costear también parte de los gastos de constitución de las hipotecas. De ahí, que ese día pueda presentar unas pérdidas de alrededor de 3.000 millones de euros.

Un conocedor del sector

El nuevo presidente de Popular es un gran conocedor del sector financiero. Actual vicepresidente mundial de JP Morgan Chase, a lo largo de su carrera ha participado en la creación y desarrollo del Banco Santander de Negocios, ha trabajado para Goldman Sachs en Londres, es consejero de Inditex y consejero no ejecutivo independiente de IAG. Es posible que el banquero deje ambos cargos cuando llegue a Popular.

Ron dejará de ser presidente oficialmente el 20 de febrero. Recibirá una indemnización de unos 8,2 millones de euros (incluida la pensión), según consta en el último informe anual sobre remuneraciones de la entidad. Sin embargo, no tiene fijado en su contrato derecho a cobrar indemnización por cesar en su cargo, por lo que inicialmente se presentará como una dimisión, aunque en la junta se aprobará un cambio estatutario para enmendar estas situaciones a futuro. 

En la junta también se someterá a votación la ratificación del nombramiento de Jaime Ruiz Sacristán como consejero dominical. Ruiz Sacristán es el representante en este órgano de control del banco del inversor mexicano Antonio del Valle, que cuenta con una participación cercana al 4%.

Otro de los puntos del día es la aprobación de la política de remuneraciones de los consejeros, que incluye un número máximo de acciones a entregar como consecuencia de su ejecución y un seguro de responsabilidad civil. En concreto, en la junta extraordinaria se someterá a votación la posibilidad de entregar a los consejeros ejecutivos conjuntos de acciones de la entidad, que serán de 2,9 millones de títulos para 2017; 3,73 millones de acciones para 2018 y 4,25 millones de acciones para 2019.

Según la documentación enviada ayer por la noche a la CNMV Emilio Saracho cobrará una retribución fija de 1,28 millones de euros tras asumir su cargo como presidente de Banco Popular. En concreto, el consejo de administración de la entidad, a propuesta de la Comisión de Retribuciones, ha acordado que Saracho perciba dicha retribución fija de casi 1,3 millones de euros desde el próximo 20 de febrero al 31 de diciembre de 2017, a la que se sumarán las retribuciones en especie y variables destinadas a los consejeros ejecutivos.

De haber comenzado su andadura en Popular a comienzos de enero, la retribución anual fija de Saracho habría sido de 1,5 millones de euros, una cantidad algo superior a los 1,22 millones de euros que percibió Ángel Ron en 2015, último ejercicio del que consta informe de retribuciones.

Por su parte, Ángel Ron percibirá una retribución fija de 152.778 euros correspondiente al periodo comprendido entre el 1 de enero y el 20 de febrero, fecha en la que será sustituido por Saracho.

Asimismo, el consejero delegado, Pedro Larena, cobrará un fijo de un millón de euros y el secretario consejero, Francisco Aparicio, 650.000 euros, cantidad que incluye el complemento por desempeño de 125.000 euros, según consta en la documentación de la entidad relativa a la política de remuneraciones de los consejeros.

 MODIFICACIÓN DE LA POLÍTICA RETRIBUTIVA

El documento precisa que como consecuencia de la entrada en vigor de la Guía de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) con efectos 1 de enero de 2017, el consejo de administración de la entidad ha propuesto modificar la política retributiva de sus altos directivos, entre los que se encuentran los consejeros ejecutivos y otros profesionales que por su perfil puedan impactar en el perfil de riesgo del banco.

De este modo, el sistema de retribución contará con una parte fija anual -que consta de una retribución fija dineraria, determinadas retribuciones en especie y aportaciones al sistema de previsión social- y una parte variable cuya cuantía está determinada sobre la base de objetivos vinculados con los resultados del grupo, el desempeño de sus funciones y la generación de valor a largo plazo.

La documentación precisa que el pago del 40% de la totalidad de la retribución variable se hará por partes iguales en efectivo y en acciones durante el primer trimestre del ejercicio siguiente al que corresponda la remuneración. El 60% restante quedará repartido en un periodo de cinco años.

Este importe variable se puede ver reducido en el caso de que el banco presente resultados negativos, no se alcancen los ratios de capital adecuados o existan recomendaciones o exigencias por parte de las autoridades supervisoras.

Este sistema retributivo permitirá que los consejeros ejecutivos puedan cobrar retribuciones en especie tales como seguros de enfermedad para el consejero y su familia o seguros de vida con un capital asegurado equivalente a una anualidad de la retribución fija dineraria que se mantendrá hasta que el consejero cumpla 65 años.

La junta también deberá votar la modificación de los estatutos para incluir la posibilidad de que los consejeros ejecutivos tengan derecho a percibir una indemnización en caso de cese “por causas distintas a un incumplimiento de sus funciones”.

La entrada de Saracho en el banco supondrá también una modificación para cambiar la redacción de los estatutos del banco para incluir la posibilidad de recibir indemnización si el presidente decide dejar la entidad antes de los cinco años de permanencia. La razón es que Emilio Saracho (nacido en Madrid en 1955) quiere poner el broche de oro a su carrera como banquero en Popular y si deja la entidad antes de esos cinco años, poder cobrar una indemnización.

Saracho, de momento, ya se ha entrevistado con los máximos responsables del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), dependiente del BCE para conseguir la aprobación para ser presidente de Popular. Su desembarco en Popular se producirá meses después de que el consejo de administración forzara la salida de Ángel Ron de la presidencia, después de permanecer doce años al frente de la entidad.

Los retos del nuevo número uno de la entidad

Desde la presidencia de la entidad Emilio Saracho tendrá que hacer frente ahora a una serie de retos, entre ellos mejorar la rentabilidad del banco e impulsar el ‘Proyecto Sunrise’, por el que se creará una sociedad de activos inmobiliarios por importe bruto de 6.000 millones de euros que cotizaría en Bolsa. El banco, además, ha comenzado a vender carteras de inmuebles y créditos vinculados al ladrillo para reducir esta carga. Cuenta con 34.000 millones de euros en inmuebles, pero su objetivo es reducir 15.000 millones hasta finales de 2018. Su desembarco en Popular se producirá meses después de que el consejo de administración forzara la salida de Ángel Ron de la presidencia, después de permanecer 12 años al frente de la entidad. Bajo su mandato, el banco integró Banco Pastor en plena reestructuración del sector financiero español, una operación que realizó sin ayudas públicas. Pero el ladrillo ha lastrado la salud de la entidad, que se ha sometido a un plan de saneamiento en el que, además, de al presidente, se cambió a finales de julio a su consejero delegado, Francisco Gómez, y se nombró a Pedro Larena, quien ha dado la vuelta al organigrama de la entidad. El plan de saneamiento también ha incluido la salida de 2.600 empleados, un 20% de la plantilla de la entidad financiera.

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