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Ciencia y salud

La sanidad y las farmacéuticas exigen perfiles versátiles

En 2017 se buscarán médicos especialistas y expertos en calidad y acceso al mercado

Thinkstock
Manuel G. Pascual

Arranca un nuevo año y con él llegarán movimientos en las plantillas de muchas compañías. Según las previsiones de las agencias de empleo y empresas de trabajo temporal (Asempleo), se generarán 430.000 nuevos puestos de trabajo en España. La cifra es ligeramente inferior a la de 2016, pero, de hacerse realidad y de frenarse la destrucción de empleo, la tasa del paro podría descender hasta el 17,8%. Una cota todavía desmesuradamente alta para una economía desarrollada (la media europea está por debajo del 10%), pero que marca una evolución positiva en un país en el que en 2013 se rozó el 27%.

Tan importante o más que el número de contrataciones que se lleven a cabo es la calidad de los acuerdos que se cierren. En este sentido, los sectores sanitario y farmacéutico ocupan un lugar privilegiado dentro del mercado laboral español. Diversos estudios apuntan a que la remuneración de algunas de las posiciones más demandadas de estas actividades, que a menudo también se cuentan entre las mejor pagadas, se sitúan a la cabeza, al menos en el sector privado.

El último estudio retributivo de mercado elaborado por Willis Towers Watson, que analiza las ofertas cubiertas en 2016, concluye que los salarios que se abonan en el sector farmacéutico están un 10% por encima de la media. “Históricamente se ha tratado de uno de los sectores mejor retribuidos. Sigue siéndolo si se toma el sector en general, aunque no siempre es así si se analizan algunos perfiles en concreto”, matiza Olga González de Lema, responsable del estudio de farma de la citada consultora. En cualquier caso, los sueldos pagados en el farmacéutico superan a los de sectores tan potentes como el financiero o el de la distribución, según revela Willis Towers Watson.

Spring Professional, la empresa del grupo Adecco especializada en selección de mandos medios, directivos y especialistas ejecutivos, prevé que el perfil más buscado para este año en el sector farmacéutico será el de técnico de calidad. Para encajar en este puesto hace falta tener formación en Farmacia y se valoran los másteres en Especialización en la Industria Farmacéutica, así como una experiencia de al menos tres años. El salario medio está en los 30.000 euros brutos anuales. Una tercera parte de los 90.000 a los que llega el puesto que mejor se paga en este sector, según Spring Professional: se trata de los responsables de acceso al mercado (market access), cuyo papel es fundamental en la industria, al ocuparse de desarrollar relaciones entre la compañía y los agentes decisorios de las autoridades sanitarias y negociar las condiciones comerciales, entre otras cuestiones. “Se trata de un área muy regulada, por lo que hace falta que las empresas estén muy enfocadas en este tipo de departamentos”, indica Esther Ponce, directora ejecutiva de Spring Professional para salud y ciencias vivas.

Digitalización, la asignatura pendiente

El sector sanitario en su conjunto, tanto del lado de quienes prestan los servicios (hospitales, ambulatorios, etcétera) como del de los proveedores de lo necesario para que eso ocurra (industria farmacéutica, biotecnológica, etcétera), se enfrentan a varios retos. Además de orientarse a los servicios, deben hacer frente a la digitalización, una auténtica asignatura pendiente en el sector. “La banca o la distribución se están aplicando de forma mucho más rápida”, explica Jaime del Barrio, de EY. En el momento que se acometa esa necesaria transformación surgirán nuevas necesidades en términos de plantilla, a la vez que se exigirán competencias adicionales a los empleados.

Otro proceso en el que ya se empieza a trabajar es en la gestión de grandes bases de datos. “Ninguna actividad genera tanta información como la salud. Todavía no se están poniendo en valor los datos, pero eso cambiará muy pronto”, añade el consultor de EY. El hecho de que empresas como Microsoft o IBM estén dedicando el 30% de su inversión en I+D+i a la salud, lo cual demuestra que la entrada de las empresas tecnológicas en el sector va en serio, se reflejará en cambios sonados.

“A veces la culpa la tienen las sedes centrales de las farmacéuticas, que imponen estructuras demasiado rígidas a sus filiales”, apunta Del Barrio. Una mayor flexibilidad en las organizaciones –insiste– ayudaría a que sus filiales se adaptaran mejor a los mercados. Incluyendo el área digital.

Los delegados de visita farmacéutica, los responsables de producto y los gestores de cuentas también se incluyen entre los perfiles más buscados. Pero está emergiendo otra profesión todavía más difícil de cubrir. “La industria está apostando fuerte por los biosimilares. Los especialistas en este tipo de fármaco tienen un perfil de muy alta cualificación: deben ser biólogos o biotecnológicos con conocimientos de ingeniería”, relata Ponce.

En el sector médico privado (el público no ha sido analizado por la consultora), una especialidad se impone por encima del resto: la del ginecólogo, concretamente especializado en reproducción asistida. “Estamos asistiendo a un boom de los tratamientos de fertilidad y de fecundaciones in vitro. La edad a la que las mujeres tienen el primer embarazo se retrasa y eso está llevando a que se abran muchas clínicas”, asegura Ponce. La alta especialización de este perfil profesional (licenciatura en Medicina y Cirugía, especialidad en Ginecología y máster en Reproducción Humana) dispara su cotización: de acuerdo con los datos de Spring Professional, este puesto se está pagando con entre 60.000 y 90.000 euros brutos anuales, dependiendo de la experiencia acumulada por el candidato. Otras especialidades, como la pediatría, la traumatología y la radiología, también se cuentan entre las que acaparan más solicitudes de empleo.

En cuanto al perfil mejor remunerado en el área sanitaria, se impone el de director médico, con un salario medio que oscila entre los 80.000 y los 115.000 euros. Se trata del responsable de la coordinación de los servicios médicos de las compañías. Debe supervisar la prestación de servicios, pero también negociar con proveedores y calcular las rentabilidades de las operaciones. La formación tipo de estos profesionales es una licenciatura en Medicina complementada con un MBA.

¿Qué futuro le espera al empleo en los sectores sanitario y farmacéutico? Las posiciones más exigidas tendrán que ver con la transición que está viviendo ahora mismo la salud. Para Jaime del Barrio, asesor sénior del área de ciencias vivas de EY, ese cambio se puede resumir en el paso de ofrecer productos a prestar servicios.

“Hasta ahora, las empresas farmacéuticas y el resto de proveedores del sistema sanitario se dedicaban a presentar sus productos. Ahora la mayoría del sector está pidiendo no tanto el suministro de un fármaco, sino que este esté asociado a unos resultados de salud”, explica este experto. Muchos medicamentos son muy parecidos entre sí: quien aporte valor añadido probablemente se llevará al cliente.

Tanto los prestadores de servicios (médicos, enfermeros, etcétera) como los proveedores deberán adaptarse a esta nueva situación. Un doctor –opina– no podrá limitarse a conocer su especialidad, sino que también deberá saber cómo funciona el resto del sistema. Lo mismo pasará con los proveedores, que deberán conocer las últimas tendencias en sanidad y contribuir a su sostenibilidad. “Estos cambios exigirán modificaciones de los perfiles profesionales, que deberán ser cada vez más versátiles, transversales y flexibles”, apunta Jaime del Barrio.

El sector se mueve hacia la prestación de servicios, y eso se reflejará en el empleo

Estos cambios todavía no se están notando en las nuevas contrataciones, según corrobora el consultor de EY. Aunque los directores financieros de empresas farmacéuticas reconocen que su personal no se debería limitar a saber de contabilidad, sino que le convendría conocer bien el sector en el que se mueve y tener competencias relacionadas con el cambio, a la hora de la verdad siguen recurriendo a los perfiles tradicionales cuando hacen convocatorias de nuevas plazas. Esa situación acabará cambiando y entonces la empleabilidad de quienes sí se hayan adaptado a estos cambios será mayor.

Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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