Una cuestión de interés general
La decisión del Trbunal Supremo de suspender cautelarmente la ampliación de un espacio natural protegido que afectaba a la construcción del almacén de residuos radiactivos de Villar de Cañas (Cuenca) despeja un poco la viabilidad de este proyecto, pero no la resuelve. El tribunal ha tumbado el bloqueo llevado a cabo por el Gobierno de Castilla La Mancha a este cementerio nuclear y lo ha hecho por razones de interés general, al entender que una gestión adecuada de los residuos tiene prioridad sobre la protección de las aves, entre otras razones, porque proteger el medio supone proteger también a estas. Pese al respaldo del Supremo, la construcción del almacén sigue pendiente de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha se pronuncie sobre el asunto. Hasta entonces, España deberá enviar residuos a Francia, donde son reprocesados a cambio de una factura que, solo en el caso de la central de Vandellós I, asciende a 65.000 euros diarios. Pese a que existe una tendencia creciente a ir sustituyendo la energía nuclear por fuentes más limpias, ese proceso todavía no se ha completado y las centrales tienen un papel clave en la generación y el coste de la energía, ahora circunstancialmente en precios máximos. El Supremo ha comprendido este extremo. Solo resta que la justicia autonómica también lo entienda.