Mercedes Isasa: “La oficina debe ser cómoda y divertida, pero sin pasarse”
Mercedes Isasa lidera el estudio que ha diseñado el interior de todas las oficinas de Indra.
Desde la planta inferior de su domicilio madrileño, Mercedes Isasa (San Sebastián, 1962) y su equipo dan forma a oficinas y habitaciones de algunas de las empresas y cadenas hoteleras más importantes del país. Un espacio acogedor, cálido y moderno, “reflejo de todo lo que hacemos”, apunta la fundadora de TBC Interiorismo.
Esta acumula una trayectoria de más de 25 años, siempre desarrollada en la misma calle. Desde hace diez, en su nuevo emplazamiento. Isasa diseña oficinas, pero reconoce que para ella, después de tanto tiempo, le sería muy difícil trabajar en una que no fuese la de su casa: “Con la intensidad de trabajo que siempre hemos tenido, se me hacía muy difícil compaginarlo con mi vida familiar, sobre todo cuando mis hijos eran pequeños. La gran comodidad de estar en casa es que además de ser madre podía ser profesional”, explica la interiorista. Un ambiente casero que también se traslada a su equipo: “En TBC se requiere un tipo de perfil profesional, pero también personal. Comparten vida conmigo y con mi familia, lo que implica que lleguen a ser parte de ella”.
Su equipo está compuesto por una docena de arquitectos. Además de haber trabajado en el diseño de todas las oficinas de Indra o del interior NH Collection Madrid Colón, TBC trabaja ahora en la remodelación del hotel Senator, en la Gran Vía madrileña, adquirido en 2015 por NH, o en el diseño de unas oficinas de Iberdrola en Glasgow. “Es un estudio pequeño que ha abordado proyectos muy grandes. ¿Cómo lo hacemos? Trabajamos muchas horas. Cada proyecto tiene un responsable, y si hay que concentrar esfuerzos en uno, todos nos involucramos en él. Y además, supervisamos todos los detalles. Es lo bueno de ser pequeños”.
Creo que la buena oficina es la que tiene un aspecto doméstico y reducido
Siempre con un sello propio, que se ha ido adaptando a las nuevas exigencias de las empresas. Hoy, la disposición espacial de las oficinas nada tiene que ver con cómo eran hace 10 años. “Entonces existían los espacios privativos, dirigidos a determinados niveles de responsabilidad. Ahora es muy habitual que las oficinas no tengan despachos, sino que sean espacios compartidos donde se establecen nuevas formas de trabajo. Con un smartphone y una tableta, ya puedes estar operativo”, relata Isasa. En cuanto al diseño, la tendencia es la simplificación. Se apuesta por una menor personalización, porque las oficinas deben ser espacios flexibles, sin renunciar a la calidez: “Deben recordar a los ambientes domésticos. Creo que la buena oficina es la que tiene un aspecto doméstico y reducido”. En definitiva, que la disposición permita una “visión agradable, apacible y ordenada de los espacios”. Todo ello, cree la fundadora de TBC, influye en la serenidad del empleado que debe pasar muchas horas en su puesto. “Hay que trabajar en un ambiente agradable y cómodo, que esté en calma”. Siempre con equilibrio. Mercedes Isasa no está en la línea del fenómeno iniciado por Google, con todo tipo de elementos de ocio en los espacios de trabajo. “Las oficinas tienen que ser lugares cómodos, donde la gente también tenga áreas de esparcimiento e incluso que sean divertidas. Pero no hay que pasarse. Al final, a la oficina se va a trabajar”, argumenta.
Mercedes Isasa deja claro que “no hacemos interiorismo, sino arquitectura de interior”. Esto significa que en el proceso se tienen en cuenta las instalaciones existentes, ingeniería, climatización... “Tiene que haber un lenguaje muy cercano entre arquitectura y arquitectura de interior. No solo es embellecer, colocar y amueblar”, algo que también hacen, en una siguiente fase, donde el reto está en no excederse con la decoración. “Nosotros hacemos interiores muy equilibrados. No son ultravanguardistas, pero tienen todos los elementos de modernidad que el proyecto requiera y que el cliente pide”.
El resultado final, “espacios bien resueltos, que son bonitos y que cumplen con las necesidades operativas”, resume Mercedes Isasa.
El casco de obra de color rosa
Todo en la oficina de Mercedes Isasa está pensado. Sillas de diseño, un ventanal que da a un muro que cambia de color continuamente y una gran mesa de trabajo, en la que desarrolla su actividad y donde se reúne con su equipo: “Es un sitio pequeñito, nos apañamos bien”. En uno de los muebles hay un casco de obra rosa de Indra, con distintas firmas. “Me lo regalaron los compañeros de servicios generales de la compañía en un cumpleaños, cuando hacíamos la sede de Torrejón, hace ocho años. Me hace mucha ilusión conservarlo”, explica. “Hemos hecho todas las oficinas de Indra, nacionales e internacionales, desde hace 22 años. Todas han salido de aquí”.