Rusia, sin motivos para reconstruir Siria
Un nuevo éxodo de refugiados podría desestabilizar la política europea
Rusia carece de motivos y de dinero para reparar el daño de la guerra de Siria. El inminente colapso de las fuerzas rebeldes en Alepo se ha acelerado por la ayuda de Rusia e Irán al bando gubernamental. Sería una sorpresa que se quedaran para reconstruir las infraestructuras.
Después de la guerra de Irak de 2003, las inversiones de EE UU inundaron el país. Parece poco probable, en cambio, que una victoria del presidente sirio Bachar el Assad sea seguida por una afluencia repentina de rublos. Las finanzas rusas son inestables. La economía se contrajo un 3,7% en 2015 por los bajos precios del petróleo y el efecto de las sanciones comerciales europeas y estadounidenses por Ucrania, y seguirá creciendo sólo un 1% en 2017, según el FMI.
La economía rusa se contrajo un 3,7% en 2015 por los bajos precios del petróleo y las sanciones comerciales por Ucrania
Incluso si quisiera, Rusia podría pensar que aliviar la difícil situación de los sirios no le conviene. No restaurar la infraestructura básica o proporcionar ayuda financiera, por no hablar de posibles represalias gubernamentales sobre la población, podría desencadenar otro éxodo de sirios.
En el Reino Unido, los temores a una afluencia de refugiados desde Francia se mezclaron con la decisión de abandonar la UE. Si la situación se repite en 2017, podría influir mucho en las elecciones alemanas y francesas, y aumentar las posibilidades de rusófilos populistas como Marine Le Pen. El Kremlin sabe que las políticas europeas con los refugiados son frágiles. Eso explica la inacción rusa, y la prolongada agonía siria.