Así funcionarían (bien) las oficinas públicas de empleo
Una herramienta potente para estudiar el perfíl del parado, tutorías individualizadas y permitir al desempleado elegir quién le ayuda a encontrar empleo, son algunas propuestas de Fedea
La crisis ha dejado casi dos millones de parados que acumulan periodos de desempleo de más de dos años. "Solventar este paro estructural debería ser la prioridad absoluta del Gobierno en materia de empleo", ha asegurado hoy Marcel Jansen profesor de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador de Fedea, que ha elaborado un exhaustivo estudio sobre El reto de la inserción de parados de larga duración.
Esta investigación parte de un estudio en profundidad de los sistemas de inserción laboral (públicos y privados) de otros países donde han conseguido elevadas tasas de integración de los parados de larga duración, como es el caso de Holanda, Alemania o Francia. Jansen ha analizado los elementos más exitosos de la intermediación laboral en dichos países y ha elaborado una serie de propuestas para reformar en profundidad el Servicio Público de Empleo (SEPE). Estas son sus recomendaciones:
1. Para Jansen la clave de la reforma sería ofrecer apoyo individualizado a los parados de larga duración. Pero para ellos sería imprescindible una potente herramienta de perfilado del parado, que deberían adoptar los servicios regionales de empleo de las comunidades autónomas --que son las que tienen las competencias de intermediación laboral y políticas activas de empleo--. Jansen propone que el Estado refuerce con incentivos económicos a las comunidades para la implantación de estos sistemas de perfilado.
2. Intensifircar de forma significativa la colaboración público-privada entre los serivicios públicos de empleo regionales y las agencias privadas de colocación y otras entidades sociales especializadas en insertar a colectivos con dificultades. En opinión de Jansen los actuales convenios entre el SEPE y las agencias de colocación "no funciona por el miedo de los poderes públicos a que se diga que están privatizando el SEPE", ha indicado este investigador. Sin embargo, las tasas de integración laboral de dichs agencias superan el 16% frente a un 3% en el mejor de los casos de los servicios públicos, "sería imprecindible aprovechar más esta colaboración", insisten desde Fedea.
3. Bonos de intermediación. Derivado de la propuesta anterior, este documento de Fedea propone que se reoriente el papel del servicio público de empleo, que pase a centrarse en la elaboración del perfil del parado y, en función de dicho perfilado, le reconozcan una cantidad de dinero para trabajar en su integración. Una vez reconocida la cantidad, el parado la recibiría en un bono de intermediación, que le perimitiría elegir quién le acompaña en el proceso de búsqueda de empleo, si las oficinas públicas o las agencias privadas u otras entidades. Se trataría de implantar un bono parecido al cheque formación, previsto ya por la ley española pero que aún no ha desarrollado ninguna comunidad autónoma, porque es voluntario.
4. El informe de Fedea también identifica "un margen considerable para mejorar la coordinación a nivel local. En este sentido, piden que se emule al País Vasco, donde los servicios públicos de empleo han asumido la gestión de los subsidios de asistencia social, lo que permitiría concentrar los esfuerzos económicos en quienes más lo necesitan, según estos expertos. Otra opción sería la adoptada en Alemania, donde se han creado centros especializados en integrar a pardados de larga duración.
5."No se trata de gastar más, las reformas se pueden hacer reorientado el presupueso existente" ha asegurado el autor del informe. Así, propone que se reduzca la inversión en programas de empleo público como el Prepara o el Programa de Activación para el empleo y reconducir ese dinero hacia la formación y las bonificaciones a la contratación en el sector privado. En este punto, Jansen reclama que "los programas formativos se diseñen en colaboración con los empleadores locales".
6. Acompañamiento. Según este estudio, la reinserción de un desempleado de larga duración, a menudo muy desconectado del mundo laboral, no termina con encontarle un empleo, sino que es un reto para la empresa que lo contrata. Por ello, otra recomendación es que los servicios públicos de empleo "extiendan su labora a un periodo posterior a la colocación, con servicios de acompañamiento una vez están en las empresas.