La Fed va esta vez detrás del mercado
La Reserva Federal (Fed) de EE UU subió ayer los tipos de interés un cuartillo, hasta la horquilla entre el 0,50% y el 0,75%, tras un año entero amagando. Tan descontado estaba por los mercados financieros este movimiento, que todos los tipos a todos los plazos se han desplazado hacia arriba en las últimas semanas en parecida proporción a la que se ha movido el director. Y hay que admitir también que seguramente ha acelerado más estas subidas la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales que las intenciones anunciadas de Janet Yellen. Sea por una circunstancia o por otra, la decisión va esta vez detrás del propio mercado, que empieza a descontar también que el ritmo de normalización de la política monetaria será más lento del estimado hace un año, porque las expectativas de inflación en todo el mundo, y en EE UU también, son menos agresivamente alcistas que hace unos meses.
En todo caso, esta decisión, tomada prácticamente a la par que la extensión de la expansión cuantitativa del BCE en Europa, no hace otra cosa que desacoplar más todavía los ciclos a ambos lados del Atlántico, con un debilitamiento adicional del euro que puede provocar trasvase de capitales hacia América, y a su vez incrementar la capacidad competitiva de la zona euro, aunque sea a costa de importar unas décimas de inflación.