La mejora del empleo y el crédito barato siguen tirando del PIB
El Banco de España constata el “notable vigor” que mantiene la actividad al inicio del último trimestre del año
El PIB creció un 0,7% en el tercer trimestre respecto a los tres meses anteriores, tal y como constató recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE), apenas una décima menos que de abril a junio. Así, trimestre tras trimestre las cifras corroboran que la economía española parece en gran medida inmune a las circunstancias que han provocado la desaceleración de la actividad en otras grandes potencias mundiales.
Ni siquiera su peculiar coyuntura, con un Gobierno en funciones que ha perdurado más de 10 meses, ha podido con un robusto crecimiento, que además en tasa anual tan solo ha cedido dos décimas al pasar del 3,4% al 3,2%.
Con la información disponible al inicio del último trimestre del año, el Banco de España asegura en su último boletín económico mensual que todo indica que la actividad sigue mostrando “un notable vigor”, basado en dos aspectos clave:el gasto en consumo y, en mucha menor medida, en la aportación positiva de la demanda externa.
En cuanto a esa fortaleza que todavía muestra el consumo privado, el supervisor explica que se debe a la “prolongación del periodo de creación sostenida de empleo y a la persistencia de condiciones financieras favorables”. Lo más positivo es que algunos indicadores cualitativos, como aquellos que hacen referencia a la confianza de los consumidores, siguen mostrando niveles superiores a los del trimestre anterior.
Por el contrario, los indicadores cuantitativos muestran señales mixtas. Mientras las matriculaciones de vehículos registraron en octubre un leve retroceso por el final del plan de ayudas públicas, tanto las ventas de bienes y servicios de las grandes empresas, como las ventas minoristas repuntaron en septiembre. Sin embargo, por el lado de la oferta, la producción industrial se desaceleró, arrastrada en gran medida por la menor actividad del sector de la automoción.
Pese a todo, en el promedio del periodo agosto-septiembre la producción de bienes de consumo duradero se aceleró respecto a los meses inmediatamente anteriores. En cuanto a las condiciones de financiación, el Banco de España subraya cómo los tipos de interés medios de los nuevos préstamos para adquisición de vivienda y aquellos destinados al consumo se mantienen en niveles bajos, del 2,4% y el 6,5%, respectivamente.
Por lo que respecta a la inversión en equipo en el periodo más reciente, el balance de los indicadores es algo menos favorable, aunque sin llegar a niveles preocupantes, ya que la confianza de los productores y la evolución de la cartera de pedidos volvieron a incrementar su trayectoria expansiva en octubre.
Por último, el mercado de trabajo mostró en octubre cómo sus principales indicadores intensificaron su evolución positiva. Las afiliaciones a la Seguridad Social aumentaron un 3,4%, cuatro décimas más que un mes antes y dicha aceleración se extendió a todas las ramas productivas, a excepción de la industria, que mantuvo ritmos de avances equiparables a los de septiembre.
En paralelo a esta mejora de la contratación, la caída del desempleo alcanzó el 9,9% anual, lo que supone el retroceso más pronunciado desde finales de 2013. Y en materia retributiva, el informe destaca cómo la negociación colectiva, referida al periodo enero-octubre, arrojó un aumento salarial medio del 1,1%, tres décimas más que el alza pactada en 2015.