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Relaciones entre EE UU y Cuba

Donald Trump: “Si los Castro no restauran las libertades, fin del acuerdo”

El presidente electo de Estados Unidos pondrá fin al “acuerdo” con Cuba si el Gobierno de la isla no se abre a mejorarlo

Cubanos haciendo cola para rendir sus respetos Fidel Castro en el Memorial José Martí en La Habana.
Cubanos haciendo cola para rendir sus respetos Fidel Castro en el Memorial José Martí en La Habana. Sven Creutzmann/Mambo Photo (Getty Images)

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy que pondrá fin al “acuerdo” con Cuba si el Gobierno de la isla no se abre a mejorarlo.

“Si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano y los cubano-estadounidenses en su conjunto, pondré fin al acuerdo”, escribió hoy Trump en su cuenta de la red social Twitter.

Durante las primarias, Trump fue el único aspirante republicano que apoyó la apertura a Cuba, pero en su búsqueda de votos en Florida en las elecciones generales, prometió que “revocaría” las medidas ejecutivas del presidente Barack Obama “a no ser que el régimen de los Castro” restaurara “las libertades en la isla”.

Su futuro jefe de Gabinete, Reince Priebus, dijo el domingo que Trump aguardará a ver “algunos movimientos” del Gobierno cubano en cuanto a las libertades en la isla para decidir cómo será su relación y, de no haberlos, revertirá el acercamiento entre ambas naciones iniciado en diciembre de 2014.

“No vamos a tener un acuerdo unilateral procedente de Cuba sin algunos cambios en su Gobierno”, indicó Priebus en la cadena Fox, tras mencionar los temas de la represión, los prisioneros políticos y las libertades como la religiosa.

En su reacción a la muerte de Fidel Castro, Trump calificó este sábado de “brutal dictador” al líder cubano y prometió que su Gobierno hará “todo lo posible para asegurar que el pueblo de Cuba pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad”.

En un comunicado, el magnate dijo que Castro “oprimió a su propio pueblo” y dejó “un legado de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y negación de derechos humanos fundamentales”.

Desde diciembre de 2014, los Gobiernos de Obama y Raúl Castro han restablecido las relaciones diplomáticas, han abierto embajadas en las respectivas capitales y se han reanudado los vuelos comerciales directos entre ambos países, entre otros progresos.

Pero el gobernante demócrata, que está en las postrimerías de su mandato, no logró el apoyo suficiente para que el Congreso estadounidense levantara totalmente las provisiones del embargo impuesto a la isla hace más de medio siglo.

El Congreso, que ha estado en manos de los republicanos en ambas cámaras, y que seguirá así la próxima legislatura tras las elecciones del pasado 8 de noviembre, es el encargado de desmontar las distintas leyes que componen el entramado del embargo.

La Casa Blanca advirtió hoy que “no es tan fácil” poner fin al acercamiento a Cuba iniciado por el mandatario estadounidense, Barack Obama, porque tendría notables consecuencias “económicas y diplomáticas”, después de que el presidente electo, Donald Trump, amenazara con hacerlo.

“No es algo tan fácil como puede parecer en base a un solo tuit”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.

“Cancelar todo esto supondría un enorme golpe económico para los ciudadanos cubanos”, argumentó Earnest, al recordar que varias empresas de turismo estadounidenses, como Airbnb, Marriott y Starwood, han recibido licencias para operar en Cuba y los contactos entre los ciudadanos de ambos países han aumentado.

La política de normalización también ha deparado “notables beneficios” a las empresas estadounidenses y al sector agrícola, recordó Earnest, además de aumentar los viajes a la isla de los estadounidenses, que estimulan con su gasto la economía local.

“Hay 110 vuelos diarios programados entre Estados Unidos y Cuba en los próximos meses”, recordó el portavoz de Obama.

Earnest advirtió, además, de los efectos “diplomáticos” que tendría una vuelta a la enemistad con Cuba en las relaciones de EEUU con el resto de Latinoamérica, que están “en su mejor momento” gracias a haber eliminado el elemento “irritante” que suponía la tensión con el Gobierno de Raúl Castro.

El portavoz también defendió la decisión de Obama de no criticar a Fidel Castro en el comunicado que emitió el sábado con motivo del fallecimiento del expresidente de Cuba, en el que dijo simplemente que la historia “juzgará” al líder de la revolución cubana, mientras que Trump lo tachó de “brutal dictador” que reprimió a su pueblo.

“No se puede negar el tipo de violencia que ocurrió en Cuba bajo el régimen de Castro”, indicó Earnest.

“Pero emitir un feroz comunicado e implicarnos en el tipo de recriminaciones mutuas (con el Gobierno cubano) que están atadas al pasado, nada de eso va a servir para mejorar las libertades en Cuba”, agregó el portavoz.

El senador republicano de origen cubano Marco Rubio y otros anticastristas han criticado a Obama por no mencionar la represión de Castro en su comunicado, pero Earnest destacó que el presidente prefiere “mirar al futuro”, sin olvidar el pasado.

Ni Obama ni el vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, tienen previsto viajar a Cuba para el funeral de Fidel Castro, según informó Earnest, que no llegó a confirmar que la Casa Blanca tenga previsto enviar una delegación oficial a la cita pero dijo que, de ser así, se anunciará “lo antes posible”.

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