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Cómo puede un autónomo cobrar las facturas impagadas

Recurrir a empresas de recobros o contratar un seguro de crédito son algunas opciones a las que se puede acudir para evitar impagos

Según un análisis realizado por la plataforma de Internet para el cobro de impagados ICIRED, desde el inicio de la crisis económica, alrededor de 500.000 pequeños negocios han tenido que cerrar sus puertas por tener facturas pendientes de cobro. En la actualidad, se estima que cerca de tres millones de pymes y autónomos se están viendo perjudicados por el impago de sus clientes.

Ante esta situación, el autónomo se encuentra desprotegido al no haber en España una ley de recobro extrajudicial de deudas, como existe en otros países europeos. Los esfuerzos realizados hasta ahora para mejorar la ley y reducir la morosidad han resultado insuficientes al no existir un régimen sancionador que obligue a pagar al deudor. Lo único que se ha conseguido es que las deudas no se paguen en el plazo establecido o que, directamente, no se abonen.

De hecho, es la propia Administración la primera que actúa saltándose la ley, que establece un plazo máximo de pago de 30 días para el sector público y de 60 días para el ámbito privado. Sin embargo, según un informe publicado por la Patronal de Pequeñas y Medianas Empresas (CEPYME), la mayor parte de las Comunidades Autónomas pagan con retrasos de hasta 50 días respecto al plazo legal. En el sector privado son las grandes empresas de más de 1.000 trabajadores las que más se demoran en los pagos.

¿Qué opciones tienen entonces pymes y autónomos para cobrar sus facturas? Una de las vías más conocidas es recurrir a empresas de recobro que se encargan de perseguir a las empresas para que paguen sus deudas. Sin embargo, cada vez son menos las pymes que contratan estos servicios, ya que los métodos que emplean para reclamar los pagos no han resultado del todo efectivos.

Una opción más amistosa es la contratación de un seguro de crédito. En caso de impago, estos seguros se hacen cargo de un alto porcentaje de la deuda y, además, realizan un diagnóstico financiero de los posibles clientes para evitar deudas futuras. Por supuesto, el servicio conlleva un gasto que, en muchas ocasiones, resulta inalcanzable para pymes y autónomos. También existen herramientas online que permiten monitorizar el perfil moroso de algunas empresas e identificarlas como clientes a evitar.

Por último, existen dos metodologías a través de notario, que sirven para aumentar la presión sobre el moroso, sin necesidad de entrar en vía judicial. Por un lado tenemos el requerimiento notarial de pago que es un acta en el cual el acreedor notifica al deudor la existencia de la deuda impagada y le insta a pagar.

Mediante notario, también se puede iniciar un procedimiento monitiorio notarial. A lo anterior añade la potestad para interponer una demanda judicial ejecutiva y solicitar el embargo de los bienes del deudor.

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