Se acerca mi jubilación, ¿qué debo tener en cuenta?
El contexto laboral y el futuro de las pensiones son inciertos y en los últimos años de nuestra carrera profesional crece la preocupación por un posible despido o prejubilación y el efecto que esto tendrá sobre la situación financiera durante la jubilación.
A partir de los 60 años, cuando se acerca la edad de jubilación, es el momento de tomar decisiones profesionales y financieras relevantes que determinarán nuestro nivel de vida o la consecución de nuestros objetivos y sueños en la siguiente etapa vital. ¿Cómo vamos a vivir cuando dejemos de trabajar y nuestros ingresos del trabajo se reduzcan? ¿Nos hemos preparado adecuadamente? ¿Tenemos aún margen de maniobra?
Vamos a abordar alguna de estas cuestiones en este post. Las principales preguntas que deberemos responder y las decisiones que será aconsejable que abordemos, variarán en cada caso, dependiendo de la situación de cada persona. En Abante hemos preparado una guía dedicada, precisamente a los retos financieros a partir de los 60 años, que pueden descargar gratuitamente y que puede servir de punto de partida para planificar la jubilación.
¿Cómo afectan el paro y las lagunas a la pensión de jubilación?
Durante la prestación por desempleo, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ingresa las cotizaciones correspondientes, entre otras, a jubilación. Tanto el SEPE como el trabajador cotizan a la Seguridad Social por la base que tuvo la persona los 180 días anteriores al cese y, cuando se recibe la prestación por desempleo, se considera como un periodo cotizado.
Por otra parte, los periodos en los que no se cotiza (“lagunas”) afectan al cálculo de la pensión si se producen durante los años que utiliza la Seguridad Social para realizar el cálculo de esta (19 últimos años en 2016, que irán aumentando hasta 25 en 2022).
El impacto será distinto en función del régimen de cotización: en el de los autónomos las lagunas se contabilizan a 0, mientras que en el caso de los trabajadores del régimen general, para los 48 últimos meses se contabilizan a la base mínima y para los anteriores, a la mitad de esta. Las lagunas provocan que la pensión se reduzca.
¿Qué puedo hacer para que si dejo de cotizar no afecte a mi pensión?
Podemos realizar un convenio especial con la Seguridad Social, cotizando a título individual para evitar lagunas o para reforzar las bases y mejorar el cálculo de la pensión. Para suscribirlo, el inversor debe tener cubierto un periodo mínimo de cotización de 1.080 días en los doce años inmediatamente anteriores a la baja en el Régimen de la Seguridad Social. Se podrá solicitar en el plazo de un año desde la baja o desde la finalización de la prestación por desempleo.
La cuota mensual a ingresar por el suscriptor será el resultado de aplicar a la base de cotización el tipo único de cotización vigente con carácter general, el 28,3%. En caso de que no se tenga que cubrir las contingencias de incapacidad temporal, maternidad y riesgo por
embarazo habría que multiplicar la base por el 28,3% y por 0,94.
¿Puedo rescatar mi plan a pesar de no tener la edad legal de jubilación?
Si las especificaciones del producto lo prevén, podrá anticiparse la percepción de la prestación por la jubilación a partir de los 60 años de edad, si:
-Se ha cesado en toda actividad determinante del alta en la Seguridad Social, aunque, en su caso, continúe asimilado al alta en algún régimen en esta.
-En el momento de solicitar la disposición anticipada no reúne los requisitos para recibir la pensión pública correspondiente.
No se puede anticipar el rescate en los casos en los que no sea posible el acceso a la jubilación.
Un caso práctico
Como decíamos, a partir de los 60 años vamos teniendo que tomar determinadas decisiones relevantes. Por ejemplo, Juan tiene 61 años y durante los dos próximos años recibirá la prestación por desempleo. Así que quiere saber si se debería jubilar anticipadamente a los 63 años o si le conviene más esperar hasta los 65, teniendo en cuenta que hace la declaración de la renta conjunta y que su mujer no tiene rentas.
Su objetivo es poder mantener su nivel de vida hasta los 95 años un gasto de 2.900 euros al mes, más 50.000 euros cada cinco años para gastos extraordinarios como podría ser la compra de un coche), teniendo en cuenta que tiene una cartera de activos financieros de 750.000 euros y que tiene una vivienda valorada en 300.000.
Si opta por la jubilación anticipada a los 63 años, su objetivo costaría 1,26 millones, por lo que tiene un déficit de más de medio millón. Y si se jubila a los 65, su objetivo se reduce en 60.000 euros. Aunque su pensión se reduce si se jubila anticipadamente, dado que empieza a recibirla antes se compensa y el escenario es más favorable. La rentabilidad objetivo que deberá pedir a su cartera será inferior en el primer caso.