Berlín maniobra en secreto para evitar la quita en la deuda de Grecia
Atenas exige que se pongan en marcha las negociaciones para aliviar el peso de su deuda Schäuble convoca al núcleo duro de la zona euro, incluida España, para hacer frente común
La interminable crisis griega se acerca a otro clímax. Atenas exige que la próxima reunión del Eurogrupo (ministros de Economía de la zona euro), el 5 de diciembre, dé el pistoletazo de salida a las negociaciones sobre las medidas para aliviar la carga de su deuda, que en más de un 80% se encuentra en manos de los gobiernos europeos y de instituciones como el fondo de rescate de la zona euro (MEDE) o el FMI.
El Gobierno alemán se resiste a iniciar esos contactos y prefire retrasarlos al menos hasta después de las elecciones en septiembre de 2017, en las que la canciller Angela Merkel buscará su reelección por cuarta vez. Pero la presión sobre Berlín no deja de aumentar, tanto desde la administración estadounidense saliente como desde el FMI, organismo que se niega a participar en el tercer rescate de Grecia mientras no se concreten las medidas de alivio.
La apertura de las negociaciones, por tanto, parece cada vez más inevitable. Y Berlín maniobra ya en secreto para intentar mantenerlas al menos bajo control y evitar que el alivio derive en una radical reestructuración de la deuda griega. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, según diversas fuentes, ha convocado para este viernes una reunión en Berlín a la que ha invitado a los pesos pesados del Eurogrupo, entre ellos, el ministro español de Economía, Luis de Guindos.
La cita de Berlín no ha sido confirmada por fuentes oficiales. Pero algunos de los invitados (Francia, Italia, España y el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem) no descartan el encuentro.
El gobierno griego, por su parte, ha asegurado este martes que la apertura de las negociaciones sobre la reestructuración de la deuda debe producirse el próximo 5 de diciembre. Ese paso, sin embargo, requeriría que Atenas completase las reformas y ajustes exigidos para la primera revisión del actual rescate, una condición que Grecia, según algunos socios europeos, aún no cumple.
Paso a paso
Las primeras medidas de alivio, según la oferta pactada el pasado mes de mayo por el Eurogrupo, apuntarían a un reescalonamiento de los reembolsos, para suavizar el calendario de pagos, y una rebaja de los tipos de interés dentro de las posibilidades de financiación del fondo de rescate.
A medio plazo, también se podría permitir que Atenas destine la parte del rescate no utilizada (19.600 millones de euros) a amortizar los préstamos vigentes más caros.
A más largo plazo, se abre la posibilidad de fijar un techo al pago de intereses o aplazarlos sine die si la economía griega lo requiere.
El calendario y el detalle de todas esas medida requerirá una larga negociación. El presidente de EE UU, Barack Obama, que inició su gira de despedida de Europa con una reunión en Atenas con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha reclamado a Berlín que concrete alguna medida de alivio antes del fin de su mandato (20 de enero).
Washington considera insostenible la deuda de Grecia, que en 2015 ascendió a 311.000 millones de euros el 177,4% del PIB del país. Los fondos de rescate de la zona euro son su principal acreedor, con una exposición total de 173.000 millones de euros.