El talento derribará los muros
El cambio tecnológico ha sacudido a los medios de comunicación y nos ha sumido en una etapa tan apasionante como carente de certidumbres
Los medios de comunicación sabemos de lo que hablamos cuando nos referimos a la transformación digital. El cambio tecnológico, que es mucho más que un cambio de herramientas, ha sacudido nuestra actividad y nos ha sumido en una etapa tan apasionante como carente de certidumbres. El periodismo se transforma -como tantos otros negocios-, se expande a nuevas plataformas, introduce otras narrativas, se abraza a lo audiovisual y a lo interactivo. Pero nos importa, nos tiene que importar más que nunca, el contenido, que es la información. Nuestra misión sigue siendo contar historias relevantes, con rigor y profundidad, que sean útiles a la sociedad, que ayuden a entender un mundo complejo y a tomar decisiones. En nuestro caso, como diario dirigido a las empresas y a los inversores, es el día de contar historias de éxito. De innovación y de compromiso con la sociedad.
Vivimos, decía, tiempos de transformación imparable, como es imparable la globalización, aunque el mundo a menudo dé algunos pasos adelante y algún paso atrás. Ahora escuchamos con temor a quienes pretenden dar la vuelta a la sociedad abierta, a quienes idealizan un pasado en que las naciones supuestamente eran más grandes estando cerradas. Como si fuera posible rebobinar la revolución digital, como si no estuviéramos ya en un mundo interconectado e interdependiente, como si las respuestas a los desafíos estuvieran en los muros. Hoy reafirmamos nuestro compromiso con la democracia liberal, con la cohesión social, con la integración europea y con el libre comercio, que siempre ha sido un motor de progreso.
Nada va a frenar este proceso histórico que algunos han definido como la cuarta revolución industrial. Los desafíos se suceden uno tras otro. Desde las empresas nos damos cuenta de que no cambiamos para llegar a algún sitio, sino que vamos a vivir en el cambio. Que tendremos que innovar y tomas decisiones con rapidez.
Salta a la vista que este país no puede conformarse con dar servicios a los turistas, ni confiar en una resurrección de la fiebre constructora, que no volverá a ser la que fue. Hablamos mucho de la necesidad de un cambio de modelo productivo. Queremos ser Silicon Valley antes que Las Vegas. Buen empeño si nos ponemos de verdad a ello.
Este país no puede conformarse con dar servicios a los turistas, ni confiar en una resurrección de la fiebre constructora"
¿Qué necesita España? ¿Empresas punteras? Las tenemos. Y algunas están representadas aquí. ¿Necesitamos talento? Lo tenemos, y las multinacionales lo saben porque reclutan a muchos de los mejores. ¿Compañías con ambición global? Las tenemos: la gran empresa española ya tiene la mayor parte de su negocio en el exterior. No ya en Europa y América Latina, los mercados naturales, sino en lugares tan remotos como Australia. ¿Necesitamos pymes innovadoras, start ups? Las tenemos, como las que recogen sus premios. ¿Queremos cambiar nuestro modelo? Muchas empresas ya están en otro modelo.
El futuro no es internet. Internet es el presente desde hace algunas décadas. Pero no hemos acabado de entender todos sus efectos en la economía, en la política, en la sociedad, en la cultura y en las relaciones humanas. Si acaso serán el futuro la inteligencia artificial, el big data, la nanotecnología, la bioingeniería o la realidad virtual. Pero tampoco, porque ya están entre nosotros. Quien sepa evolucionar al ritmo que exigen los tiempos, y al ritmo que se merece un cliente cada día más exigente, solo se asegura seguir en la carrera. Porque quien no se adapte se quedará fuera más pronto que tarde.
En estos premios reconocemos la innovación empresarial, la colaboración entre la empresa y la universidad y a la responsabilidad social. No hay recetas mágicas que transformen la economía española. Hay empresas grandes y pequeñas, profesionales, emprendedores.... En definitiva, hay personas que hacen el cambio posible. Porque en vez de sentarse a esperar que cambie este país, se han puesto a cambiarlo. Hace falta talento. Y lo tenemos. Aquí mismo. Apostemos por él.
Ricardo de Querol es director de Cinco Días. Extracto del discurso de apertura de los Premios Cinco Días a la Innovación