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Otra miopia en marcha

Una más de las contradicciones de la victoria de Trump en la elecciones presidenciales norteamericanas: el dólar. La elección de Trump, lejos de provocar una depreciación del billete verde, (como ocurrió con la libra esterlina tras la victoria del Brexit en el referéndum de junio pasado) ha renovado la apuesta favorita de los analista durante estos dos últimos años: la paridad USD-EUR que ahora la pronostican para el año 2017. Las razones ahora son las inestables condiciones políticas en el viejo continente.

En concreto se habla de la posible derrota del Primer Ministro italiano Renzi en el referéndum de este diciembre y el posible ascenso de Le Pen a la presidencia francesa durante el próximo año. A este cóctel explosivo de acontecimientos políticos se le une también la divergencia entre las políticas económicas de la Reserva Federal de EEUU y el BCE.

No obstante, con independencia de lo que puede suceder en Europa, que siempre es un futurible y ya sabemos el escasísimo control que disponemos de la realidad, lo que ahora tenemos sobre la mesa es que las dos principales economías anglosajonas, si aquellas que lo habían hecho todo tan bien que había que imitarles en sus políticas, esta ahora en un serio aprieto. El populismo, el que puede llegar y es posible que llegue a Europa, ya es una realidad en esas economías. No un futurible. Curiosa forma de luchar contra lo perverso: el problema es el «poder ser» más que en el «soy»

De momento, ayer el EUR cotizaba en los mínimos anuales (que no mínimos desde el 2014) rompiendo los 1,07 USD/EUR con lo que en menos de siete días (desde la sorpresa de Trump) el EUR se ha desplomado un 6% y puede que haya roto el rango entre 1,08-1,14 en el que se mantenía todo el año. Los rangos siempre hay que tomarlos con una cierta flexibilidad dado que en algunos momento de este año ha estado por encima de los 1,14 y no hemos anticipado una ruptura del mismo. De momento, el sentimiento de los operadores muestra que un 45% (muy baja) se posiciona ahora a favor de que la paridad ocurra a lo largo del 2017, frente al 20% que apostaba por ello hace tan sólo una semana.

Téngase presente lo voluble de su opinión si se tiene en cuenta que hace una semana en caso de victoria de Trump anticipaban una depreciación del USD y ahora, que ha sucedido lo contrario, ellos mismos anticipan un fortalecimiento del USD.

En cualquier caso reiteramos que un dólar fuerte choca frontalmente con las aspiraciones comerciales del nuevo presidente y que la situación económica es opuesta a la que se vivía con Reagan (al que todos quieren compararle) es una miopía más. Es más querer volver a un pasado, que es el principal responsable de la enorme herida (como la de Amfortas) que esta sangrando a la sociedad, no es una solución, es un problema. Y quizás mayor del que pretenden solucionar.

Pero hete aquí que estos «nuevos salva patrias», que parecían ser el remedio a la miopía que impregnó todo el mundo de los demócratas, del establishment y de los partidarios de Clinton, en realidad presentan una miopía que complementa la anterior y, por lo tanto, será igual de dañina si se empeñan en ponerla en marcha.

Dos errores no son un acierto.

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