Trump inicia el acercamiento al partido republicano
El líder republicano en el Congreso “no se compromete” a respaldar la política arancelaria del presidente electo
Aunque no tomará posesión de su cargo hasta el próximo 20 de enero, el presidente electo Donald Trump ya ha matizado algunas de las promesas durante la campaña electoral, al tiempo que va dando forma a su equipo. Ayer nombró al prominente miembro del establishment republicano, Reince Priebus, como jefe de gabinete de la nueva administración.
Priebus preside el Comité Nacional Republicano, y su nombramiento fue alabado por varias figuras del partido, entre ellas Paul Ryan, líder del partido en el Congreso. Priebus, amigo personal (procede de Wisconsin) y aliado cercano de Ryan, es considerado por los analistas como una figura que puede ser clave para que el controvertido magnate mantenga una buena relación con el Congreso. Durante la campaña numerosos líderes del partido retiraron su apoyo al magnate por sus posiciones extremas y sus exabruptos.
El jefe de gabinete tiene la función de delimitar la agenda del presidente y filtrar las reuniones y las decisiones en las que participa. Es un cargo de gran importancia en el sistema estadounidense. No obstante, en un guiño a sus bases, Stephen Bannon, quien fue jefe de campaña del magnate y director del portal de noticias ultraconservador Briebart, se convertirá en estratega jefe y consejero principal del presidente.
El magnate mantendrá algunas partes del Obamacare
- Deportación de inmigrantes
Antes, Trump había matizado, en una entrevista concedida la madrugada del domingo al programa 60 minutos de la cadena CBS, su plan de deportar masivamente a 11 millones de inmigrantes sin papeles y construir un muro en la frontera mexicana. Preguntado si en lugar de un muro construiría una valla, dijo que sí, si bien “para algunas zonas, un muro es más apropiado. Soy muy bueno en eso que se llama construcción”, aseguró.
Ha asignado a un republicano tradicional el puesto clave de jefe de gabinete
Sobre las deportaciones, el presidente electo adelantó que deportará a hasta tres millones de inmigrantes con antecedentes penales: “Lo que vamos a hacer es tomar a la gente que son criminales y que tienen antecedentes penales, pandilleros, traficantes de droga, probablemente dos millones, podrían ser incluso tres millones, y vamos a echarlos del país o vamos a encarcelarlos”.
Además, pidió que cesen los ataques y los comentarios racistas, particularmente en escuelas, de los que se ha hecho eco la prensa estadounidense en los días posteriores a la elección. "No lo hagan: Es terrible", afirmó, al tiempo que criticó a la prensa por estar detrás de las manifestaciones en su contra de estos días.
- Obamacare
Trump, asimismo, ha matizado su promesa de eliminar el programa de asistencia sanitaria que garantiza cobertura a personas en riesgo de exclusión o con ingresos reducidos. Trump dejó la puerta abierta a mantener parte del llamado Obamacare. El presidente electo se inclina por mantener la provisión que obliga a asegurar a personas con enfermedades previas y la disposición que permite extender la cobertura de un adulto a sus hijos hasta 26 años.
Durante la entrevista, también habló de su rival demócrata Hillary Clinton, quien le llamó por teléfono en la noche de las elecciones para reconocer su derrota en la carrera por la Casa Blanca. “Hillary me llamó y fue una llamada muy agradable y fue una llamada muy dura para ella, puedo imaginármelo. Ella no podría haber sido más agradable”, consideró Trump, quien la alabó por ser “muy fuerte y muy inteligente”. El tono de Trump en la entrevista fue muy diferente al que mostró durante la campaña, cuando llamó a Clinton “corrupta y mujer desagradable” llegando a prometer que la metería en la cárcel.
- Apoyo matizado del Congreso
El líder republicano en el Congreso, Paul Ryan, rebajó a su vez las expectativas sobre Trump, al afirmar en una entrevista en la CNN que EEUU no creará una “fuerza de deportación” y que la prioridad es asegurar las fronteras, "saber quién entra y quién sale".
También aseguró que “no se compromete” a respaldar el plan arancelario de Trump, e insistió en señalar que está a favor de promover junto con el presidente reformas de los impuestos.