El mercado anticipa el final de los tipos cero
La mano derecha de Draghi asegura que la inflación de la zona euro superará en primavera el 1%
Las medidas que puso en marcha Mario Draghi, para resucitar la inflación, que se cayó al –0,5% en diciembre del año pasado, son extraordinarias y por tanto limitadas en el tiempo. Los mercados saben que el momento de retirarlas, o al menos reducidas, llegará, y lo temen. Incluso sufren por anticipado una subida de los tipos de interés, a la baja desde que Draghi desembarcó en el BCE el 1 de noviembre de 2011. Su primera decisión, dos días después de llegar al cargo, fue reducirlos hasta el 1,25% desde el 1,50%.
Vítor Constâncio, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), fue ayer el que hizo saltar las alarmas con una simple frase: “En cuanto a la inflación, estamos comenzado a ver un incremento y podemos esperar para la primavera del próximo año que la subida de los precios se sitúe claramente por encima del 1%”, aseguró el vicepresidente del BCE en una conferencia en Estocolmo, según declaraciones recogidas por Bloomberg.
El segundo de a bordo del Banco Central pronunció esas palabras en torno a las cuatro de la tarde, y el Ibex reaccionó de inmediato y con virulencia. De ganar un 1,7% en el mejor momento de la mañana pasó a caer un 2,2% unos minutos después de las cinco. Al cierre se impuso el control de daños, con un descenso del 1,63%. El bono español a 10 años pasó a dar un 1,39% desde un 1,28% del miércoles; a menor plazo sucedió igual, con el cinco años en el 0,29% desde el 0,22% y el dos años en el –0,16% frente al –0,21%. La volatilidad es extrema. Los inversores analizan hasta la extenuación cada palabra de los pilotos de la política monetaria mundial.
Constâncio en ningún momento mencionó explícitamente una retirada de estímulos. Al contrario. Aseguró que la contribución expansiva de la política monetaria del BCE ha sido durante estos años una contribución crucial a la recuperación de la zona euro e insistió en que el BCE mantendrá su rol de agente estabilizador. Pero el mercado fue más allá y coligió que continuará con su labor de estabilización pero bajará su intensidad.
La mayor parte de los analistas considera que los 80.000 millones de euros en deuda que el BCE ha estado comprando desde el pasado abril se reducirá el próximo año. La fecha comprometida para comenzar a retirar ese estímulo, que arrancó en marzo de 2015 en una cantidad inferior –60.000 millones de euros mensuales– es marzo de 2017. Un informe de Barclays firmado por el economista jefe en Europa de la entidad, Antonio García Pascual, apuesta por una reducción hasta una horquilla de entre 60.000 y 70.000 millones por mes el próximo año, pero considera que las adquisiciones se mantendrán hasta finales de 2018 a un ritmo medio de unos 45.000 millones de euros mensuales.
Los mercados van incluso más allá y sufren de forma anticipada una eventual subida de tipos de interés. Los swaps sobre tipos de interés oficiales en la zona euro descuentan una probabilidad del 20% de que se produzca una subida desde el 0% actual hasta el 0,1% en la reunión de diciembre de 2017, según Bloomberg. A finales de septiembre la probabilidad era inexistente.
Wolfgang Schäuble, todopoderoso ministro de Finanzas alemán, añadió ayer más presión, al afirmar que preferiría unos tipos de interés más elevados, puesto que los actuales incentivan que se retrasen las reformas.
Trump alienta el alza del precio del dinero
La victoria de Trump no ha cambiado las expectativas sobre el devenir de la política monetaria de EE UU. Las previsiones sobre la posibilidad de que la Reserva Federal suba los tipos de interés en diciembre permanecen intactas.Según los futuros de los fondos federales la probabilidad de un ascenso del tipo de intervención en la próxima reunión se mantiene en el 84%, la misma que el día de las elecciones y por encima de los niveles previos a los comicios.
El magnate estadounidense es partidario de un alza del precio del dinero. A ello se suman sus planteamientos en materia económica, que tienen como pilares una política fiscal expansiva (rebaja de impuestos tanto a empresas como a particulares) para impulsar el crecimiento y la inflación. Esto sostendría el repunte de los tipos a ritmo más acelerado del manejado hasta la fecha por Janet Yellen. La actual presidenta de la Fed se ha caracterizado por la prudencia. De hecho, de las cuatro subidas previstas para este año, hasta el momento no ha realizado ninguna y los tipos permanecen en la horquilla del 0,25% al 0,50%.
Las esperanzas del final de los tipos en mínimos históricos se dejan sentir sobre la deuda.El bono estadounidense a diez años ha pasado en solo dos sesiones del 1,85% al 2,09% en que permanecía ayer al cierre de los mercados en Europa.