La libra prolonga el rally con la promesa de un brexit suave
Suma y sigue. La libra, la gran damnificada del triunfo del brexit, intenta recomponerse. Aunque se sitúa lejos de los niveles que registraba antes de la celebración del referéndum, momento en que se cambiaba a 1,487 dólares, en la última semana las noticias conocidas sobre el futuro de las negociaciones invitan al optimismo. La divisa de Reino Unido prolonga los ascensos de la pasada sesión. Las razones de este repunte hay que buscarla en el dictamen del Tribunal Supremo. La justicia británica exige al ejecutivo de Theresa May llevar a consulta ante el parlamento la salida de la UE antes de comenzar el proceso de desconexión.
A falta de media jornada para el cierre de los mercados, la libra se encamina a registrar su mayor ascensos semanal desde marzo de este año. Los mínimos se registraron el pasado 11 de octubre, cuando cayó a los 1,21 dólares. Esto se produjo cuando la primera ministra británica llevó por primera vez ante el Parlamente el brexit. Su idea en un principio era involucrar al Parlamento en el debate para que fueran partícipes, pero no pretendía ir más allá. La dirigente británica no estaba dispuesta a que los disputados se pronunciaran sobre la activación o no del artículo 50 del Tratado de Lisboa. Con la decisión del Supremo ahora los parlamentarios jugarán un papel mucho más activo.
En definitiva lo que se vislumbra detrás de lo dictaminado por la Justicia británica es que las probabilidades de aplicarse un brexit duro son cada vez más limitadas. A pesar todo ello de que en el congreso del partido conservador May advirtiera a los asistentes que a finales de 2017 apretaría el botón del brexit. Los expertos ven en este mensaje un intento de presión por parte de Reino Unido a la Unión Europea. No es de extrañar que en los próximos meses los constantes tiras y aflojas se sucedan. Las desavenencias se dejarán sentir en los mercados, pero de manera momentánea y la discusión tendrá una mayor trascendencia política que económica.