El equipo económico respetará al segundo nivel
Solo los ministros recién llegados podrían cambiar los equipos Íñigo Fernández de Mesa seguirá en Economía, pero Miguel Ferre quiere cerrar su etapa en Hacienda
La responsabilidad de las decisiones económicas en el segundo nivel de los ministerios seguirá prácticamente en las mismas manos en esta legislatura. La continuidad de los ministros que han diseñado y ejecutado la política económica y fiscal es la mejor garantía de que sus personas de confianza seguirán cuatro años más en sus despachos. En todo caso, seguramente el Consejo de Ministros de la próxima semana confirmará sus cargos y renovará aquellos cuyos ministros tengan a bien remover. Los cambios estarán más ligados a los ministerios en los que los titulares de la carteras sean nuevos en el Consejo de Ministros que a los que repiten.
En el Ministerio de Economía Luis de Guindos seguirá confiando en Íñigo Fernández de Mesa para conducir la Secretaría de Estado de Economía, así como en Jaime García Legaz para la de Comercio, y en Carmen Vela para Investigación. A García Legaz le gustaría cambiar de destino tras los logros cuantitativos de su departamento, pero seguirá en el cargo si el titular del Ministerio mantiene la confianza en él.
En Hacienda puede haber más cambios, aunque la trayectoria diseñada para la política fiscal y presupuestaria está ya trazada. Fuentes próximas a Hacienda dan por hecha la continuidad de Marta Fernández Currás en Presupuestos y Gastos; pero podría dejar la Secretaría de Hacienda Miguel Ferre, ya que su compromiso con el ministro Montoro era inicialmente para la primera legislatura. Ferre ha acometido la reforma de todos los grandes impuestos que gestiona Hacienda, desde el IRPF hasta Sociedades, pasando por el IVA, y considera que su trabajo ha concluido.
Podría cambiar de destino, aunque conservando buena parte de sus responsabilidades actuales, Antonio Beteta, uno de los políticos con mayor grado de conocimiento de la financiación territorial. Podría terminar a las órdenes de la vicepresidenta y ministra de Presidencia y Administración Territorial, Soraya Sáenz de Santamaría.
En el Ministerio de Empleo y Seguridad Social las fuentes más cercanas a Báñez dan por hecha la continuidad tanto del secretario de Empleo, Juan Pablo Riesgo, como del secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos. En caso de producirse relevo en este departamento que tiene por delante la reforma de la financiación para garantizar la estabilidad de las pensiones, podría recalar en Seguridad Social Carolina España, diputada por Málaga y portavoz del PP en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, que preside Celia Villalobos.
Los movimientos sí serán moneda común en los ministerios con titulares nuevos, como Energía, de nueva creación, Fomento o Sanidad. Íñigo de la Serna, el nuevo titular de Fomento, se encontrará con un organigrama con una sola secretaría de Estado de Infraestructuras, en manos de Julio Gómez Pomar, de plena confianza de la ex ministra Ana Pastor, y con un aparataje empresarial muy importante, donde destacan Renfe y Aena, al frente de los cuales están Pablo Vázquez y José Manuel Vargas. Estas dos sociedades han tenido una excelente evolución en los últimos años, y en absoluto son ajenas a la gestión de sus presidentes, que podrían seguir en sus cargos.
En el caso de Agricultura no se espera cambio alguno, mientras que en Sanidad, donde las competencias reales están en las comunidades autónomas, la nueva titular Dolors Montserrat debe hacer su propio equipo.
La oficina de Presidencia, primer ministerio
El cargo dejado vacante por Álvaro Nadal en la Oficina Económica de Presidencia, en Moncloa, sigue siendo uno de los más importantes de la estructura del Gobierno, hasta el punto de que algunos ministros lo consideran el primer ministerio. Por él pasan todas las decisiones económicos, como coordinador que es de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Econmómicos, así como la construcción de un relato de carácter económico para emitir desde la Presidencia del Gobierno. Ha sido de vital importancia en las relaciones económicas y financieras con la Unión Europea, y ha marcado los tiempos de todas y cada una de las reformas que ha ejecutado el Gobierno desde enero de 2012. Por lo tanto, la elección del sustituto de Nadal, que hará directamente el presidente Rajoy, tiene especial trascendencia.
La llegada de Álvaro Nadal a Energía supone la segregación de una parte de las responsabilidades de Industria. Así, la responsable de la política industrial, Begoña Cristeto, seguramente mantendrá sus responsabilidades en el departamento de Luis de Guindos. La Secretaría de Estado de Energía, que ahora lleva el hermano gemelo del nuevo ministro, Alberto Nadal, podría cambiar de manos. Y la Secretaría de Telecomunicaciones, que está en manos de Víctor Calvo-Sotelo, podría seguir en las mismas manos, pero bajo la denominación de Secretaría de Estado de Sociedad de la Información y Agenda Digital.