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El precio del crédito

La letra pequeña de la financiación a pymes duplica su coste y lo lleva al 10%

Un estudio de la fintech Inbonis revela que el coste se dispara al 10% Comisiones, garantías y ventas cruzadas son los principales sobrecostes

Resultados de Elecnor
Alejandro Meraviglia
Juande Portillo

La rebaja de los tipos de interés no acaba de reflejarse en el abaratamiento del coste de financiación de las pymes debido al sobrecoste que suponen las comisiones, garantías y ventas de productos cruzados que impone la banca. Factores que encarecen el coste al 10%, según un estudio de la fintech Inbonis, que apuesta por adecuar más la tarifa al riesgo automatizando la valoración d de la pyme.

El coste de la financiación para las pymes españolas ha sido un auténtico termómetro de la situación crediticia española en los últimos años. Allá por 2012, en lo peor de la crisis soberana y tras la solicitud del rescate para la banca española, las pymes del país pagaban un interés medio del 6,6% para lograr financiación, el doble que las alemanas.

Con la mejora de la situación, la caída de los tipos a mínimos históricos y la barra libre de liquidez ofrecida por el Banco Central Europeo, la situación se ha ido revirtiendo, la banca española ha puesto el foco comercial en las pequeñas y medianas empresas y los costes de financiación han caído con fuerza, llegando a mejorar los precios germanos en algunos momentos puntuales.

Sin embargo, a la bajada del precio inicial del crédito le acompañan unos sobrecostes impuestos por las entidades financieras en la letra pequeña de los préstamos que disparan el coste al que se financia una pyme. Lo duplican, concretamente, hasta situarlo en un 10% de interés anual, según un estudio realizado por Inbonis, una firma tecnológica y financiera (fintech) que lleva unos meses en el negocio de analizar el riesgo de prestar a pymes y facilitarles financiación.

Sus cálculos parten de que el tipo de interés medio de un préstamo a una pyme española era de 460 puntos básicos en 2015, es decir del 4,6%, según las estadísticas del Banco Central Europeo. A este coste habría que sumarle otros 201 puntos básicos en comisiones, incluyendo un 1% por apertura y un 0,25% por fondos no dispuestos.

A partir de aquí, desde Inbonis exponen que habría que añadir otros 129 puntos básicos por la las “ventas cruzadas forzadas” de otros productos, que las entidades obligan a firmar a las pymes para concederles la financiación incluyendo la obligación de mantener en cuenta un saldo equivalente al 15% de la línea de crédito, así como la domiciliación de seguros sociales e impuestos o la contratación de tarjetas de crédito.

Finalmente Inbonis, que aparte de la información estadística basa su análisis en una encuesta a 124 pymes, estima que el coste de las garantías personales exigidas por las entidades financieras al propietario de una pyme equivale a sumar otros 210 puntos básicos adicionales, según la estimación más conservadora.

“Los tipos de interés caen, pero el precio de los paquetes de venta cruzados, de las condiciones de la financiación, no han bajado, al revés”, expone Alberto Sánchez Navalpotro, director general de Inbonis. “La banca pensó en principio que el negocio era ganar más volumen y ahora se centra más en la venta de otros productos cruzados”, añade.

A estos sobrecostes, se les suma el hecho de que al 87% de los empresarios les elevaran o mantuvieran las garantías personales exigidas para prestarles o que el plazo medio entre que solicitan un crédito y se les concede sea de dos meses. Unas condiciones que en Inbonis entienden que generan “una brecha estructural entre las pymes y la banca” que genera “una oportunidad” para ellos y otras firmas de financiación alternativa.

De momento eso sí, revela su informe, solo el 3% de la financiación de las pymes españolas es no bancaria. De hecho, según un reciente estudio de la Universidad de Valencia, solo un 22% de las pymes españolas trata de obtener financiación sin acudir a bancos tradicionales frente a un 70% en Estados Unidos, un 55% en Francia o un 45% en Alemania.

“La división entre fintech y banca es maniquea e hipersimplista. No es que unos se vayan a comer unos a los otros. Habrá destacados buenos y rezagados malos”, expone Antonio Alcalde, responsable de riesgos de Inbonis, cargo que desempeñó durante años en BBVA.

Su criterio es que triunfarán las firmas capaces de dar valor añadido al cliente y en este campo Inbonis aporta la automatización de la evaluación del riesgo de prestar a cada pyme, para permitir una mejor adecuación del precio del crédito, y más transparencia facilitando a los interesados sus datos de riesgo.

Desde febrero, Inbonis, que solo ofrece préstamos de 15.000 a 250.000 euros a pymes gestionadas por sus propietarios con una facturación superior a 100.000 euros, ha concedido préstamos a unas 80 empresas a un 7% de media con todos los costes incluidos.

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