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Inversión en América Latina

Entrar en Colombia por la puerta grande

Puente de Pumarejo, de Sacyr.
Puente de Pumarejo, de Sacyr.

Su estratégica situación, entre el Cono Sur y Centroamérica, con salida tanto al Atlántico como al Pacífico, y el crecimiento sostenido de su economía, hacen de Colombia la puerta de entrada idónea para el inversor español en Latinoamérica. Elogiado como país emergente, se le ha calificado de “locomotora del continente” y no son pocos los sectores donde las compañías españolas pueden tener un prometedor futuro.

De hecho, la inversión extranjera directa (IED) en Colombia superó en los seis primeros meses de este año “los 7.500 millones de euros, lo que supone un 16% más que en el mismo periodo del año anterior”, según datos del banco central del país. Además, durante el segundo trimestre, España se colocó como el segundo mayor inversor allí. Porque “en estos momentos, es un país comprometido en favor de quienes quieren desarrollar negocios y hacer inversiones en su territorio”, relata el informe España-Colombia, una alianza en expansión elaborado por la consultora Kreab. Además, “lleva más de una década creciendo por encima del 4% anual”, añade.

“Nuestro país es un destino de inversión recomendado también por organismos multilaterales y calificadoras de riesgo de todo el mundo”, confirma María Claudia Lacouture, presidenta de ProColombia, agencia encargada de promover las exportaciones en el país.

Cerca de 400 empresas españolas tienen operaciones en Colombia, donde “los sectores relacionados con el outsourcing concentran el 30% de la inversión. Le siguen los servicios financieros, con el 15%; software y servicios tecnológicos, con cerca del 14%; telecomunicaciones, 12%; e infraestructuras turísticas y metalmecánica, según informes del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo”, confirma Lacouture.

Para la presidenta de ProColombia, “el fortalecimiento de la empresa local, la solidez de sus instituciones y el capital humano han sido determinantes para que Colombia se encamine por la senda del desarrollo”. Y sentencia: “Es un hecho: inversión atrae inversión”. No hay que olvidar que, en los últimos tiempos, el Ejecutivo colombiano ha eliminado muchas de las barreras administrativas para facilitar la entrada de capital exterior. “Además, el Gobierno impulsa un paquete de incentivos por sectores: por ejemplo, un proyecto de hotel que consiga ejecutarse, al menos, en un 61% antes de diciembre de 2017, estará exento del impuesto de la renta durante 30 años”, añade.

Colombia cuenta con 10 ciudades con más de 500.000 habitantes y se espera que en 2020, “haya oportunidades de desarrollo y un mercado diverso y con capacidad adquisitiva en casi todo el país”, según apunta la directora de ProColombia.

Para Fernando Niño, director sénior de la consultora FTI Consulting en Colombia, “la reforma tributaria en trámite busca disminuir las cargas impositivas para seguir impulsando la inversión exterior”. Jurídicamente, “el país se suma cada vez más a tratados internacionales que le otorgan atractivo”, añade.

Actualmente Telefónica, BBVA, Mapfre, Banco Santander y Gas Natural Fenosa son las principales compañías españolas operando en el país y, a pesar de las diferencias de la empresa presidida por Salvador Gabarró con el Gobierno (que amenaza con expropiar su filial Electricaribe), “la percepción de las empresas españolas que quieran invertir no cambiará”, opina Niño. NH Hotel Group, por ejemplo, adquirió el año pasado la cadena colombiana Royal, entrando así en el país con una quincena de establecimientos.

Ante el rechazo de la ciudadanía al Acuerdo de paz del Ejecutivo de Juan Manuel Santos con la guerrilla de las FARC, todos se hacen la misma pregunta: ¿cómo afectará esto al inversor extranjero? “La negociación continúa y todas las partes apuntan a una salida negociada del conflicto, por lo que no debería tener ningún efecto directo sobre la inversión extranjera”, responde el director de FTI. A lo que José Piñeiro, su homólogo en España añade: “La actividad empresarial siempre ha convivido con situaciones difíciles y el actual, no es un escenario nuevo, sino alentador por las oportunidades que puede traer”.

Las necesidades de desarrollo en materia de infraestructuras en Colombia abren un abanico de oportunidades para un sector en el que España es experto. Las grandes constructoras ponen el acento español, con proyectos tan importantes como la construcción de numerosos tramos de autopistas llevada a cabo por OHL, Iridium, Dragados y Sacyr (que levanta también el puente de Pumarejo, el mayor del país, obra que se adjudicó por 225 millones de euros). Estos proyectos se enmarcan en el programa Vías 4G (cuarta generación de concesiones viales) con más de 8.000 kilómetros por construir y modernizar.

“Ferrovial, a través de un consorcio liderado por su filial Cintra Infraestructuras, se ha adjudicado el diseño, construcción y mantenimiento en concesión de 152 kilómetros de la autopista Bucaramanga-Barrancabermeja-Yondó”, cuentan desde FTI Consulting España.

Además, Acciona lleva a cabo la construcción de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Los Angelinos, en Bucaramanga, y Duro Felguera se encarga de la ampliación de la terminal de hidrocarburos de Coveñas, la más importante del país.

El rechazo de la ciudadanía al acuerdo de paz con las FARC no debería afectar a la inversión extranjera

Hotel NH en Bogotá.
Hotel NH en Bogotá.

Abiertos al exterior

“Colombia es un país con absoluta seguridad jurídica y completamente abierto a la inversión extranjera”, afirma su embajador en España, Alberto Furmanski. En su opinión, “el país cuenta con casi 50 millones de habitantes y hay un potencial enorme de consumidores y más si se toma como base para saltar al resto de Latinoamérica, donde viven más de 1.500 millones de personas”.

Furmanski destaca que el Gobierno de Santos pone a disposición “más de 100 zonas francas, donde hay una tributación reducida para empresas inversoras”, buena prueba de que el sector de la importación es fundamental para el país andino. “Exportamos fundamentalmente petróleo, níquel, carbón y café, pero necesitamos productos industriales y maquinaria agrícola, donde hay un potencial enorme”, explica. El embajador se muestra seguro de que “los próximos acuerdos de paz con las FARC (en negociación en estos momentos) serán la puerta para el avance en agricultura, sector al que acompaña un clima excelente”.

“Además, la imagen de España y el inversor español en Colombia es la mejor que se puede tener” y añade: “Desde 2010 las relaciones bilaterales entre los dos países han mejorado muchísimo y las presencia española allí se ha multiplicado”. Un cúmulo de factores ideales para el empresario de nuestro país.

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