El gran reto del sector financiero

El proceso de remodelación del sector financiero en España continua avanzando con el cierre de oficinas y las reducciones de plantilla. Tras la gran reestructuración llevada a cabo de 2008 a 2013, el sector se ha visto inmerso en un continuo reajuste con el fin de optimizar sus servicios y ganar competitividad. Desde que en 2008 las entidades españolas alcanzaran su volumen más alto en número de oficinas –casi 46.000– ha habido un goteo constante de cierre de locales en toda España. Un proceso que ha vuelto a acelerarse en este ejercicio, en el que solo de enero a septiembre ya han desaparecido 1.151 sucursales.

Buena parte de este adelgazamiento tiene que ver con una coyuntura en la que los bajos tipos de interés han estrechado considerablemente los márgenes de la banca y la han obligado a reducir los gastos del negocio. La revolución digital experimentada en todos los ámbitos de la economía es otro poderoso factor que explica también este constante redimensionamiento del mapa de oficinas. Desde el sector se asegura que todavía quedan, como mínimo, otras 4.500 sucursales pendientes de cierre en los dos o tres próximos años. Llevar a cabo ese proceso de forma eficaz y ordenada, y con unas condiciones que reduzcan al máximo posible el impacto en las plantillas, constituye todo un reto.