Un PSOE dividido se abstendrá en la investidura de Mariano Rajoy
La formación de nuevo Gobierno puede producirse el próximo fin de semana Javier Fernández subraya que el "mandato es imperativo" para todo el grupo parlamentario
Día histórico en Ferraz. El PSOE se abstendrá en la investidura de Mariano Rajoy. Una holgada mayoría (139) de los 237 asistentes al comité federal ha votado a favor de una resolución política presentada por la eurodiputada Elena Valenciano que pedía que los 84 diputados socialistas voten en contra de Rajoy en la primera votación y se abstengan en la segunda, sin ninguna condición a cambio. Así, si se cumple el calendario previsto, el líder del PP será reelegido presidente a finales de esta semana y no habrá terceras elecciones. Otros 96 se han pronunciado en contra y dos no han votado. "Queda por tanto aprobada la resolución según la cual el Grupo Parlamentario Socialista [...] se abstendrá en la segunda votación del próximo debate de investidura", ha señalado el PSOE en un comunicado.
La presidenta andaluza, Susana Díaz, considerada el cerebro de la operación, despeja así el camino para la elección de Rajoy. La victoria de Díaz en el Comité, por 43 votos, es más amplia que la obtenida el pasado 1 de octubre, cuando lideraba el entonces denominado sector crítico y se impuso por 25 apoyos de diferencia y que trajo como consecuencia la caída de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE y la elección de una gestora, capitaneada por Javier Fernández, presidente de Asturias, que llevará al partido hasta un nuevo Congreso extraordinario, para el cual todavía no hay fecha prevista.
Desde este lunes, el Rey comenzará una nueva ronda de consultas con los representantes de las formaciones políticas, lo que posibilitaría que el pleno de investidura se celebre entre los días 26 y 29 de octubre, o bien 27 y 30 de octubre, antes en cualquier caso de la fecha tope del 31 de octubre que forzaría las terceras elecciones.
Durante más de cuatro horas en la sala Ramón Rubial de la sede de Ferraz los más de 200 delegados han debatido dos resoluciones: la defendida por Valenciano y otra presentada por el dirigente vasco Txarli Prieto, que pedía mantener la doble votación en contra de Rajoy, y que no se llegó a votar al ser aprobada la anterior. “Hoy es un día triste para el PSOE. Hemos dado un paso hacia atrás”, ha lamentado Sara Hernández, la dirigente de los socialistas madrileños al abandonar Ferraz.
La eurodiputada Elena Valenciano, afín a Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido la encargada de presentar la primera resolución al Comité Federal: la abstención en segunda votación en la sesión de investidura de Rajoy al considerar que el país se encuentra en una "situación excepcional". Valenciano asegura que solo existen dos alternativas: elecciones o que el PSOE "contribuya a desbloquear la situación del país". La resolución afirma que la repetición electoral sería "gravemente dañina" y que traería "efectos negativos" para el PSOE.
Por su lado, el Secretario General del Partido Socialista de Álava, Txarli Prieto, ha presentado la proposición para votar no. Pide el voto en contra a Mariano Rajoy para mantener la coherencia con los principios socialistas y con la palabra dada a la ciudadanía española. Prieto recalca que "nada ha cambiado" para facilitar una investidura del presidente del Gobierno y que "multitud" de asambleas locales del partido se han manifestado contrarias a la abstención. "El Comité Federal acuerda mantener el voto negativo de los socialistas en una hipotética investidura de Mariano Rajoy".
Más de cuarenta líderes socialistas tomaron la palabra ayer para defender sus posturas, con los tiempos muy marcados por el nuevo presidente de la Mesa del Comité, José Blanco, una de las personas que mejor conoce el aparato socialista al haber sido mano derecha de Zapatero en Ferraz durante sus 12 años como secretario general. La mayoría de las intervenciones han sido contrarias a la abstención, algo que luego no se ha trasladado a las votaciones. Solo han intervenido dos barones socialistas favorables a la resolución de Valenciano, Guillermo Fernández Vara –en segundo lugar– y Díaz –última dirigente en hablar–. En el bando contrario fueron ocho secretarios generales los que alertaron de las consecuencias negativas para el partido que tendría dar el Gobierno a Rajoy.
La atmósfera que se respiraba en la sede socialista ha sido mucho más “sosegada” que en la ocasión anterior, según ha manifestado Valenciano en un corrillo con los periodistas. Un dirigente catalán ha llegado a calificar el ambiente como “el de un picnic”. “Se ha producido un debate intenso, fuerte, franco, duro y respetuoso en el seno del Comité Federal”, resumió Fernández una vez concluidas las deliberaciones.
- La ruptura con el PSC
La gran incógnita pasa ahora por saber si todos los miembros del grupo parlamentario socialista (84) votarán en el mismo sentido. La resolución del Comité Federal fija una postura política de obligado cumplimiento para los diputados, que ahora la gestora se encargará de trasladar a la carrera de San Jerónimo. “Hay un mandato imperativo. El grupo parlamentario se abstendrá”, ha señalado Javier Fernández, quien quiso diferenciar la abstención de un apoyo explícito. “Ese es el planteamiento que voy a trasladar al grupo, porque es el mandato del Comité”, ha dicho.
La resolución que se ha votado en la sede socialista supone a priori una posición “en bloque” del grupo parlamentario, frente a la opción que defendían algunos miembros del partido de dar libertad de voto a los diputados y facilitar el gobierno a Rajoy mediante una abstención técnica (solo 11 diputados).
Sin embargo, Javier Fernández, presidente de la gestora del PSOE, ha zanjado el debate. Ha señalado que el mandato que se ha aprobado en el comité federal es "imperativo" y ha pedido a las voces discordantes, en especial el PSC, que sea "coherente" con una decisión que se ha tomado de manera "democrática".
La ruptura del grupo se da por supuesta, aunque la gestora tratará de minizar el número de diputados rebeldes. La primera en disparar contra la decisión fue la diputada zaragozana Susana Sumelzo quien afirmó en su perfil de Twitter que no la acatará. “Seré coherente con mis principios y con los votantes. Adquirí un compromiso y lo cumpliré. No al PP”, ha afirmado Sumelzo, que permaneció en la directiva de Pedro Sánchez hasta su dimisión. Otros diputados como Margarita Robles, que no tiene carnet socialista, Pilar Cancela, Adriana Lastra o César Luena han manifestado en diversas ocasiones su opinión contraria a Rajoy.
Sin embargo, la principal preocupación de Ferraz pasa por el sentido del voto de los siete diputados socialistas catalanes, que parece que mantendrán el voto en contra de Rajoy, si así lo decide el Consell Nacional del PSC previsto para el martes. Miquel Iceta, recientemente reelegido primer secretario, ha pedido “comprensión para el posicionamiento político del socialismo en Cataluña”. Pero el líder de la gestora no ha dejado lugar a dudas ante la petición de libertad de voto: la decisión del Comité también incumbe a los catalanes y deben acatarla. “El PSC participó en la votación y debe asumir el resultado de la votación”, ha dicho.