Así llegan las federaciones al comité federal del PSOE
Durante los últimos días y semanas se han sucedido debates públicos y privados en el seno de las distintas federaciones socialistas de cara a una posible abstención en la elección de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno en la sesión de investidura que previsiblemente se celebrará el próximo fin de semana.
Los barones socialistas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura han sido quizá los más activos en la defensa de facilitar la formación de Gobierno y jugaron un papel destacado en la destitución del anterior Secretario General, Pedro Sánchez. A ellos se les suma Asturias, cuyo presidente, Javier Fernández, fue designado como responsable de la gestora. También tiene esta iniciativa el apoyo de las direcciones de Aragón o Comunidad Valenciana.
En el lado opuesto, el de que todavía defienden el no, lo que con los tiempos que se manejan llevaría a unas elecciones que se celebrarían el 18 de diciembre, el líder más destacado ha sido Miquel Iceta, recientemente elegido secretario general del PSC, en Cataluña. En este lado también están las federaciones de Baleares, con otras de las voces destacadas en la defensa de la abstención Francina Armengol, Comunidad de Madrid, Galicia, Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Canarias, Murcia, Navarra, Ceuta y Melilla.
Sin embargo, no todas las federaciones van con una postura común. Algunas de ellas se presentarán mañana con división en el voto. Es el caso de la Comunidad de Madrid, cuya secretaria general Sara Hernández ha defendido con fuerza la negativa a Rajoy, pero con representantes que defienden la abstención. Tampoco Valencia tendrá una posición unitaria.
Distintas voces aventuran que la abstención se presenta con mayoría en el Comité Federal del domingo. Quedaría entonces por saberse si la postura sería una abstención de todo el grupo socialista del Congreso o bien se escogiese a los 11 diputados necesarios para que la investidura de Rajoy saliera adelante. La primera podría dejar en evidencia la fuerte división del PSOE ya que previsiblemente provocaría cierta ruptura en la disciplina de voto.