‘Timing’ de la banca para dar carpetazo al control de Bruselas
Guindos quiere pasar página al rescate de la banca Bankia, BMN, Unicaja e Ibercaja negocian ya soluciones para cerrar sus compromisos con la CE
Ha empezado la cuenta atrás para las entidades que tienen capital público. Queda tiempo, en unos casos hasta 2017 y en otros hasta 2018, pero el reloj juega en contra de los intereses de estas instituciones, y puede que también para el actual Gobierno en funciones. El Ejecutivo, y más en concreto, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, quiere dejar atado antes de que cumplan los plazos comprometidos con Bruselas, en unas ocasiones por el Gobierno y en otras por las propias entidades, las soluciones acordadas con Europa en 2012 tras pedir más de 40.000 millones de euros para el rescate de varias cajas de ahorros.
De momento, el FROB anunció el miércoles que analiza, junto a los propios bancos, la fusión de Bankia y BMN. Este organismo, dependiente de Economía, se ha anticipado a la constitución de un nuevo Gobierno, que es quien debe dar el visto bueno a la operación. Pero logra así que el valor de BMN, institución en la que Guindos fue consejero antes de ser ministro, no siga deteriorándose y puedan recuperarse parte de los 1.600 millones que recibió de ayudas, ante casi la imposibilidad de lograr otros inversores que tomen parte de su capital o de salir a Bolsa.
BMN tiene de plazo hasta 2017 para que el Estado, que controla el 64% de su capital, desinvierta. Bankia, mientras, mejora su posición en regiones en las que ya no tenía presencia, y la operación puede que le sirva de acicate para que el mercado impulse su valor en Bolsa.
La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri debe devolver al contribuyente 22.424 millones de euros. Cuenta con un plazo de 14 meses, ya que no es hasta diciembre de 2017 cuando el Estado, que controla el 65% de su capital, deba desinvertir. La singularidad es que en este caso la ley que fija la fecha de salida del FROB de su capital la fijó el Ejecutivo español, razón por la que una vez que se forme Gobierno, una de las primeras cosas que hará es retrasar o incluso eliminar este plazo. El FROB ya tiene una nueva redacción, pero al ser una ley debe pasar por la aprobación del Parlamento.
Otra de las firmas sometidas a la estrecha vigilancia del FROB para que cumpla con los plazos acordados con Bruselas para devolver sus ayudas –en este caso concedidas a través de cocos–, es Unicaja. La entidad tiene hasta 2018 para devolver los bonos convertibles concedidos tras la compra de Ceiss, pero antes debe salir a Bolsa o buscar inversores en los próximos meses. Y parece que lo cumplirá, así lo aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones que mantiene Unicaja con los supervisores y el FROB.
Unicaja, como Ibercaja (entidad que también cuenta en su capital con cocos), espera cerrar un acuerdo con inversores para que entren en su capital en unos meses. La firma que preside Amado Franco ya ha devuelto 20 millones de euros de estos bonos convertibles, y el resto, 386 millones de euros, lo reintegrará al FROB en 2017, aunque antes espera cerrar un acuerdo con inversores para que compren estos bonos una vez canjeados en acciones. Eso sí, las ayudas que recuperará el Estado estarán muy por debajo de las concedidas al sector, pero el Gobierno ahora en funciones podrá presumir de que se han cumplido los acuerdos con Bruselas a tiempo.