Bruselas apoya la fusión de Bankia y BMN pero estudia las condiciones
La Comisión Europea ve con buenos ojos la probable fusión de Bankia y BMN, a pesar de que el organismo comunitario exigió que ambas entidades redujesen su tamaño Bruselas revisará la operación y podría supeditar su visto bueno a nuevas condiciones
El departamento de Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, aseguró ayer que no ha recibido aún información del Gobierno sobre la posible fusión de Bankia y BMN (Banco Mare Nostrum) y eludió pronunciarse de manera oficial sobre esa operación. Pero fuentes de la dirección general de Competencia se mostraron abiertas a un proceso de consolidación que sería uno de los últimos coletazos del rescate y reestructuración e la banca española en 2012.
Bruselas se había mostrado hasta ahora reacia a la integración de dos entidades que recibieron en total unos 40.000 millones de euros en ayudas públicas (36.000 de Bankia y 3.700 para BMN) y 57.000 millones en garantías estatales (53.000 de Bankia y 4.400 de BMN). La CE supeditó el visto bueno a esas ayudas a una profunda reducción del tamaño de las dos entidades balance de las dos entidades (a casi la mitad) y a una prohibición de cualquier operación expansiva.
Fuentes europeas indicaron ayer, sin embargo, que la integración de BMN podría considerarse compatible con las exigencias del rescate. Y que, en todo caso, la CE siempre tendría la última palabra y podría imponer condiciones a la fusión para garantizar que la entidad resultante no supone un daño a la competencia del conjunto del sector.
“Esperaremos a ver si se confirma la operación y a conocer todos los detalles antes de pronunciarnos oficialmente”, señalaban ayer en el departamento de Vestager. Fuentes de ese departamento subrayaban que la Comisión dispondrá de dos vías para verificar el impacto de la fusión e imponer las condiciones que desee.
En primer lugar, por la normativa sobre ayudas de estado, ya que el plan de reestructuración de Bankia aprobado en 2012 conlleva una prohibición de compras hasta diciembre de 2017.
Y si ese plazo expira, Bruselas revisaría la absorción de BMN en base a la normativa sobre fusiones, según explica el departamento de Vestager. La comisaria podría entonces imponer las condiciones (como la venta de activos) que estime oportunas o incluso prohibir la operación si Bankia no aceptase.
Vestager, además, puede reclamar en cualquier momento toda la información que considere oportuna sobre los pormenores de la operación porque los dictámenes de 2012 sobre las ayudas a Bankia y BMN así lo prevén. Bruselas también impuso entonces el nombramiento de un “supervisor” independiente que verifique el cumplimiento de la autorización de las ayudas de Estado, que puede informar a Bruselas si detecta alguna desviación sobre el plan de reestructuración pactado.