Alerta de la llegada de inversión
El flujo de inversión extranjera en España ha contabilizado un considerable batacazo en el segundo trimestre del año, con una caída de nada menos que el 46,5%, que supone neutralizar el buen comportamiento de los tres primeros meses del año y arrojar una pérdida en el semestre del 29%. De mantenerse en este segundo semestre un desempeño también contractivo, este sería el primer año de caídas tras varios ejercicios de avances muy significativos, todos ellos al hilo de la recuperación de la confianza de los inversores extranjeros en las posibilidades de la economía española. Es evidente que los flujos de la inversión extranjera no mantienen una homogeneidad perfecta; pero llama mucho la atención que este descenso reciente, muy concentrado en la pérdida de operaciones procedentes de Holanda, Francia o Luxemburgo, tradicionalmente muy activos en esta actividad, pueda estar motivado por la crisis política española, que acumula ya nueve meses con Gobierno en funciones. Ayer mismo, en Nueva York, el ministro de Economía, Luis de Guindos, advertía de los riesgos que para la economía tiene la crisis política. Para conjurarlos, nada mejor que la formación rápida de un Ejecutivo estable y con una agenda reformadora que intensifique la recuperación de los últimos años en la confianza, la actividad y el empleo.