Blanco dice que su situación es insostenible y lanza un ERE
La cadena textil Blanco ha comunicado este miércoles a los representantes de los trabajadores que presentará un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) que aún no ha cuantificado, lo que implica la apertura de un período de consultas a partir del 3 de octubre que se prolongará durante 30 días naturales, informó la firma.
Se trataría del tercer ERE planteado por la cadena en los últimos años, expedientes que han provocado hasta la fecha la salida de unos 900 empleados de la enseña de moda.
La compañía, propiedad actualmente de un fondo gestionado por un banco de inversión con sede en Dubai, ya aplicó el pasado año un ajuste de personal que afectó a un máximo de 189 trabajadores, que se sumaron a los 711 que salieron de la firma en 2013, cuando presentó concurso voluntario de acreedores.
Para iniciar este nuevo proceso, la compañía, que tiene sede en Móstoles y sendos centros logísticos en Seseña (Toledo) y Parla (Madrid), ha enviado en la tarde de este miércoles una comunicación formal a todos los centros de trabajo que no cuentan con representación sindical en este momento para que la designen.
Según la firma, este proceso de reestructuración “es necesario para asegurar la competitividad y la rentabilidad de la empresa y asegurar su futuro a largo plazo”.
Así, indica que a pesar de las continuas inversiones, la empresa continúa teniendo dificultades para reactivar el negocio y elevar su rentabilidad, cuya caída ha llevado a la empresa a una situación que califica de “insostenible”.
“En vista de esta circunstancia, tras un estudio exhaustivo por parte del nuevo equipo directivo del actual modelo de negocio, y tras mantener conversaciones con el nuevo propietario, se ha visto necesario adoptar diversas medidas”, explica en un comunicado.
Así, detalla que el nuevo equipo directivo se ha visto obligado a presentar soluciones que garanticen la viabilidad de la empresa, entre ellas, un cambio organizativo que afectará a toda la compañía para intentar reactivar el negocio lo más rápidamente posible.
Esta medida, según adelanta, implicará cambios significativos en la organización y la reducción de costes en todas las áreas, lo cual requerirá la aplicación de criterios estrictos para toda la organización. “Este proceso es necesario para reducir el tamaño de la compañía y mejorar su rentabilidad”, asegura.
Por ello, el objetivo de la compañía es alcanzar un acuerdo con el mayor consenso sindical posible. Blanco afirma afrontar este proceso “desde el máximo respeto a todos los afectados y con el deseo de alcanzar una solución consensuada que ofrezca a los trabajadores las medidas menos traumáticas posibles”.
El pasado 15 de junio, el anterior propietario de Blanco, el grupo saudí Alhokair, aceptó la oferta de un fondo para adquirir la cadena textil por un importe de 83,1 millones de euros en cinco plazos anuales. El grupo saudí se desprendía así de la firma española casi dos años y medio después de adquirirla, a principios de 2014, por más de 40 millones de euros.