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Primera fórmula para desatascar el 'brexit'

Hoy se ha conocido la primera propuesta extraoficial para desatascar el brexit: una Europa con dos círculos concéntricos que permitiría a Reino Unido seguir disfrutando del mercado único europeo sin tener que aceptar la libre circulación de trabajadores. Una ganga para Londres a cambio de que se comprometa a acatar parte de la legislación europea y a hacer una contribución al presupuesto comunitario.

La propuesta ha sido presentada de manera simultánea en Londres, Bruselas, Berlín y París, bajo los auspicios del centro de estudios Bruegel. Los autores del texto aseguran que se trata de una reflexión personal. Pero la filiación de algunos de ellos y el marco de presentación indica que las cartas para organizar el brexit han empezado a repartirse. Y apuntan a una solución comprensiva y benigna con Londres, alejada de los postulados "punitivos" de la Comisión Europea de Jean-Claude Juncker.

El documento sugiere que se aparquen los deseos de revancha o escarmiento y que se centren en el largo plazo, diseñando un marco de convivencia entre la UE y un país europeo tan imprescindible como Reino Unido desde el punto de vista estratégico y militar. El 16 de septiembre, en Bratislava, los líderes europeos estudiarán la estrategia a seguir en la negociación con Londres. Y es probable que la mayoría de los socios (Alemania, Holanda, España y muchos de los del Este) apoyen una solución pragmática en lugar de la mano dura de Juncker. "No tiene mucho sentido pegarse un tiro en el pie porque otro [Reino Unido] se lo haya pegado primero", ha señalado durante la presentación Jean Pisani-Ferry, el primer firmante de la propuesta.

Tras la victoria del brexit en el referéndum del 23 de junio, Juncker advirtió al gobierno británico de que "quien quiera tener libre acceso al mercado interior [europeo] tiene que respetar las cuatro libertades [de circulación de bienes, servicios, capital y trabajadores], incluida la libertad de movimiento". Bruselas elevaba así el listón de la negociación, dado que uno de los principales argumentos de los partidarios de la salida del Reino de Unido de la UE era la necesidad de frenar la llegada de inmigrantes europeos.

Pero el documento publicado hoy "contradice" el punto de vista de Juncker, como se cuidan de precisar los autores en una nota a pie de página. Y entre los firmantes figuran dos personas con influencia directa en Berlín y París: Jean Pisani-Ferry, máximo responsable de France Strategie, el órgano de análisis dependiente del primer ministro francés; y Norbert Röttgen, presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento alemán.

"Desde un punto de vista puramente económico, se puede comerciar con bienes, servicios y capital en un mercado profundamente integrado sin que haya libre circulación de trabajadores", asegura el documento, firmado también por André Sapir (Bruegel), Paul Tucker (Harvard Kennedy School of Government) y Guntram Wolff (Bruegel).

Los autores descartan cualquiera de los modelos utilizados hasta ahora por la UE para relacionarse con países vecinos como Suiza o Noruega. Y abogan por ofrecer a Londres un estatus privilegiado en forma de Asociación Continental (Continental Partnership), para permitir al Reino Unido participar plenamente en el mercado interior pero sin aceptar la libre circulación de trabajadores.

Londres podría imponer cuotas en el número de trabajadores de la UE (pero no por países) y la UE en el de trabajadores británicos. Reino Unido también podría seguir participando en la elaboración de la legislación comunitaria, pero sin derecho de veto. Los socios de la UE se comprometerían políticamente a tomar en cuenta las opiniones de Londres, pero sin obligación de asumirlas. A cambio, Londres tendría que acatar la normativa comunitaria relativa al mercado interior (que es el grueso de la legilsación actual), así como la jurisprudencia del Tribunal de la UE.

Pisani-Ferry, Röttgen y compañía reconocen que "nuestra propuesta supone una significativa concesión de la UE a Reino Unido en lo relativo a libre circulación de trabajadores". Pero creen que también supone un coste para Londres porque el nuevo estatus implica una influencia política mucho menor en los avatares de Bruselas.

Los autores creen que el nuevo modelo servirá, además, para acomodar las relaciones de la UE con vecinos como Turquia o Ucrania, a los que se podría ofrecer una Asociación similar. También para "satélites" como Suiza, país que también desea restringir la llegada de europeos. O para socios actuales que decidan seguir el camino del exit abierto por los británicos.

"Podría haber uno o dos socios actuales que optaran por la nueva fórmula", reconoce Sapir. "Pero eso sería bueno para todos". El profesor belga considera que el brexit debe aprovecharse "para dejar claro que la pertenencia a la UE no es la única forma de organizar Europa, como se había dado hasta ahora por supuesto". El documento no menciona a ningún país pero Hungría, Dinamarca o República checa parecen los principales candidatos a terminar en ese nuuevo círculo concéntrico exterior de la UE.

La propuesta recuerda en parte a la "Europa de dos velocidades" que se suele plantear tras cada crisis institucional de la UE. La diferencia ahora es que esa crisis se ha materializado en la primera escisión de la historia del club y parece inevitable buscar una solución que reconcilie la nueva realidad política con la insoslayable realidad geográfica: "Reino Unido puede irse de la UE pero no puede alejarse de Europa", subraya el informe.

Foto: Retrete en el pub El Barilito, en Sulmona (Abruzzo, Italia). (B. dM., 11-8-16).

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