Crecimiento inmobiliario, pero sostenible
Las señales de recuperación que emite el mercado inmobiliario son cada vez más consistentes. Conforme se conocen nuevos datos, se ve cómo crece el número de operaciones de compraventa de casas. En el segundo trimestre del año se cerraron 107.838 transacciones, un 23,7% más que en el mismo periodo del año anterior y el mayor número de operaciones desde el primer trimestre de 2011. En términos intertrimestrales, el crecimiento ha sido del 8,5%, y en los últimos doce meses se han inscrito 384.082 operaciones.
Esta favorable evolución presenta una característica diferencial: su concentración en vivienda usada. Según la estadística trimestral del Colegio de Registradores, ocho de cada diez inmuebles vendidos son de segunda mano, y además se concentran en los cuatro grandes mercados autonómicos, Madrid, Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana, que suman dos de cada tres del total de casas vendidas. Esta tendencia se mantiene desde que a finales de 2010 se produjo el sorpasso de la venta de casas de segunda mano sobre las recién construidas, frente a un estatus anterior en el que prácticamente se repartía el mercado a partes iguales entre vivienda nueva y usada. La brecha se empezó a abrir de la mano de la crisis con la paralización de la obra nueva y el afloramiento de abultado stock sin vender. Sin embargo, tras este largo periodo, la vivienda nueva también empieza a dar síntomas de repunte. De hecho, la venta de casas de nueva construcción ha registrado entre abril y junio la segunda subida trimestral consecutiva (0,8%), después del prolongado periodo de mínimos históricos.
La mejora del mercado se basa en la mayor facilidad para el crédito hipotecario, el ritmo positivo del crecimiento económico, la mejora en la creación de empleo y el buen pulso de la demanda extranjera. Esta ha supuesto el 13,4% del total de las operaciones del trimestre, muy cerca de máximos históricos, con los británicos a la cabeza. Pero algunos de estos factores no están asegurados para siempre, y en especial este último, en el que, además de la debilidad de las grandes economías europeas, de donde proviene la principal demanda, el brexit y la depreciación de la libra pueden suponer un importante frenazo en la importante demanda británica.
Las 400.000 compraventas con las que puede acabar el ejercicio marcan una vigorosa velocidad de crucero. La necesaria recuperación del mercado, sin embargo, deberá ser sostenible para que sea saludable. Esa es la razón por la que habrá que estar muy atentos a la evolución de los precios, que solo entre abril y junio han crecido un 7,45%, a un ritmo inédito desde que en 2008 estalló con toda su virulencia la crisis del sector. Con esta fuerte subida, ya encadenan cinco trimestres consecutivos al alza, y la peor noticia sería que esto fuese el comienzo de una nueva burbuja.