El Corte Inglés diversifica su financiación y reduce la deuda
La compañía disminuye en un 59% su pasivo financiero desde 2012
El grupo de distribución encara el ejercicio fiscal 2016 con un aumento de la cifra de negocios y del beneficio neto que se ven respaldados por la “tranquilidad financiera”. Así hizo ayer referencia el presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, al proceso de reducción de deuda emprendido en 2012 que ha supuesto la minoración de su pasivo en un 35,1%, desde los 5.688 millones alcanzados ese año.
Desde entonces, la compañía ha emprendido un proceso de desapalancamiento gracias por un lado a la reestructuración de deuda suscrita en 2013 con la banca y, por otro, a la entrada de un nuevo accionista en su capital. A cierre de 2015 el pasivo neto asciende a 3.834 millones. La reducción de la deuda trae aparejada la de los gastos financieros, que descienden en 73 millones de euros hasta los 268 millones.
Buena parte de la reducción de la deuda financiera neta de la compañía se realizó mediante la inyección de capital efectuada por el inversor árabe Al Thani, a través de su vehículo luxemburgués Primefin. El fondo adquirió un 10% del grupo, procedente de la autocartera de la sociedad, con un préstamo convertible en acciones. Dicho crédito tiene un cupón anual del 5,25%, abonado en acciones de la empresa, por lo que podría dar al inversor un 2,25% adicional.
Esta operación contaba con una condición que, por el momento, no se ha cumplido. El grupo se comprometió a mantener un crecimiento anual del 12% en el ebitda mientras durase el contrato de financiación. Sin embargo, 2015, el primer ejercicio con la línea de financiación en vigor, ha cerrado con un aumento del ebitda del 10,4%, por debajo de lo acordado. Fuentes de la compañía restaron importancia a este hecho al considerar que se tendrá en cuenta una media de los tres años de vigencia del acuerdo y que todavía se está en disposición de alcanzarlo. De no cumplirse, el inversor catarí obtendría otro 1% adicional del capital.
El Corte Inglés ha apostado también por diversificar sus fuentes de financiación para lo cual puso en marcha el pasado ejercicio un programa de pagarés en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) por importe de 300 millones dirigido a inversores cualificados y con un vencimiento hasta dos años. Un programa con el que busca reducir su dependencia de la banca y beneficiarse de los bajos tipos de interés del Banco Central Europeo. Durante el ejercicio anterior ya había realizado dos emisiones por un valor conjunto de 600 millones. Desde la empresa se explica que se sigue trabajando en la reducción de la deuda y en diversificar las fuentes de acceso a la liquidez si bien por el momento el grupo no trabaja en nada en concreto.
La diversificación se ha traducido en una tendencia a la reducción de la deuda financiera con las entidades de crédito que baja a 1.830 millones, desde los 3.089 de 12 meses antes. En 2012 la deuda con los bancos ascendía a 4.514 millones, lo que suponía casi un 80% del total, un peso que ha descendido en el pasado ejercicio hasta quedar por debajo del 50% del endeudamiento.
El grupo ha realizado además varias desinversiones desde 2012, entre las que destaca la venta del 51% de su financiera a Banco Santander. A ello se suma el proceso de venta de activos cuya propiedad no es estratégica para el grupo. Este proceso afecta a los almacenes logísticos regionales, aunque este apartado está todavía en una fase inicial. Por otro lado, la empresa ha mostrado su interés en desprenderse de inmuebles no estratégicos, sin especificar el número ni la cuantía que aspira a obtener por ellos.